- IEEM; la muerte de Pedro Zamudio Godínez anticipa un “infierno electoral”.
- Mañana inicia formalmente el proceso comicial de alcaldes y diputados.
- Daniel Serrano llega a representación de Morena; incomoda acuerdos del GAP.
- Del Dr. Rogel al Dr. Tevera, entre el agandalle y los constantes escándalos.
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ
El viernes pasado, durante la unción de Laura Daniella Durán Ceja como encargada de despacho y responsable de presidir las sesiones del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), resultó curioso y sorprendente que ninguno de los seis consejeros restantes (incluyendo a la misma presidenta) haya expresado palabras de pésame o reconocimiento público hacia Pedro Zamudio Godínez, quien falleció el pasado 24 de diciembre.
Salvo el Secretario Ejecutivo, Francisco Javier López Corral y la mayoría de los representantes de partidos políticos, el resto de los integrantes del consejo “hicieron mutis”, ni un adiós ni mención del finado dirigente del IEEM.
Curioso porque Pedro Zamudio fue siempre un defensor de su Consejo General, siempre salía al quite de las y los consejeros, aun cuando algunos de ellos se metían en las patas del elefante. Desmemoriados o mal agradecidos, varios de ellos demasiado consentidos en el presupuesto durante la gestión de Pedro Zamudio; así es la política y de ese nivel la democracia en el IEEM: “muera el rey, viva la reina”.
En esa sesión también salió a relucir el nombre del exconsejero electoral, Bernardo Barranco Villafán a quien se le señaló de haber caído en una bajeza al cuestionar -mediante un artículo periodístico- la trayectoria de Pedro Zamudio, justo cuando el expresidente tenía horas de fallecido. Las representaciones del PRI, Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano y Fuerza por México tildaron a Barranco de “cobarde, de hacer su carrera a base de rencor y frustraciones, así como de carecer de estatura moral”. De igual forma advirtieron que Bernardo tiene piezas para armar un “Caballo de Troya” al interior del Instituto Electoral.
Lo sucedido y expuesto recientemente en el IEEM es preocupante porque estamos a horas de iniciar formalmente la contienda electoral local en el Estado de México. No es un asunto menor y por el contrario se convierte en un detonante anticipado de disputa por el control del organismo democrático, sobre todo si tomamos en cuenta que Bernardo Barranco y el también exconsejero, Gabriel Corona Armenta, tienen en la consejera Karina Vaquera a una avanzada para tratar de arrebatar el mando en el IEEM, pues era ella a quien querían como presidenta provisional tras la muerte de Pedro Zamudio.
Los demonios andan sueltos y quizá ese libro del “Infierno Electoral”, del que Vaquera Montoya es coautora, comience a tomar forma en el Instituto. Ya se vivió una encarnizada pelea en el 2005 que terminó con la disolución del entonces Consejo General; pero el IEEM ya no está para un segundo episodio de “Cartonera Plástica” o algo parecido.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Incomodidad en el disgusto…
En esa misma sesión especial del IEEM también tomó protesta Luis Daniel Serrano Palacios como representante de Morena en el organismo democrático. Hoy se sabe que horas antes de asumir el cargo, Serrano Palacios tuvo que brincar varias zancadillas orquestadas desde la oficina del senador, Higinio Martínez Miranda, líder del Grupo de Acción Política (GAP). Luego, para matizar lo que fue una decisión en la mesa nacional, Martínez Miranda trató de vender la llegada de Luis Daniel como una concesión graciosa del GAP. No es para menos, el arribo de Serrano Palacios complica las negociaciones y agandalles que ya tenían Higinio y compañía. En serio deben estar preocupados los “gapos”, porque los acuerdos de las próximas candidaturas a alcaldes y diputados tendrán que empezar de cero, al menos con los partidos que serán aliados en la siguiente contienda.
El pastel y los invitados…
Mañana martes 5 de enero inicia formalmente el proceso electoral del Estado de México, el cual tendrá su punto más importante el domingo 6 de junio. En esa jornada estarán en disputa mil 561 cargos de elección popular: 75 diputados locales; 125 presidentes municipales y mil 561 síndicos y regidores propietarios; a estas cifras habrá que sumarles otro tanto igual de suplentes. La importancia del IEEM radica en que tan sólo en materia presupuestal manejará poco más de 3 mil millones de pesos para preparar, desarrollar y calificar los comicios. Serán 11 partidos políticos los que competirán solos, en alianza o mediante la figura de candidatura común, lo cual implica que tendremos más de 7 mil candidatos a diferentes puestos. La lista nominal de electores está calculada en alrededor de 12 millones de mexiquenses con derecho a votar, pero al tratarse de una elección intermedia el nivel de participación ciudadana regularmente baja a niveles del 50% o menos. De este tamaño es la importancia de las elecciones mexiquenses, la entidad más poblada y grillera del país.
La punta del Iceberg…
El escándalo del Dr. José Rogel Romero, exdirector del Hospital Adolfo López Mateos, quien con influyentísimo metió a su familia a la fila de las vacunas contra COVID-19 y que fue prácticamente el escarnio nacional, exhibido y atizado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es el resultado de una serie de descuidos, excesos y tolerancias en este nosocomio de alta especialidad. Nuevamente parece ser el momento de poner en la balanza los resultados y comportamiento profesional nol sólo de Rogel Romero, sino del subdirector Carlos Alberto Tevera Ovando y de otros doctores como Milton Ruiz Flores, Jorge Ortega y de la exdirectora administrativa Yave Anzaldo. En este espacio se ha ventilado en más de cinco ocasiones diversas irregularidades, mismas que han sido confirmadas por investigaciones de los órganos de control del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM). Sería bueno saber en qué va la indagatoria sobre la empresa AATOR y otras acusaciones sobre este séquito de galenos, cuyas acciones rayan en lo antiético y sobajan el juramento hipocrático. No van a querer poner como director a Carlos Alberto Tevera, porque no tardará en darle otro disgusto a la Secretaría de Salud y al Gobierno del Estado de México. Tevera, un funcionario sanitario tan deplorable, como impresentable.