- IEEM pide a Morena-PT-PANAL modificar convenio de candidatura común.
- Autoridad electoral se extralimita en sus funciones e interpretación legal.
- No hubo impugnación de oponentes, sólo se le ocurrió al árbitro electoral.
- Gerardo Pliego, entre el amago y la presión por seguir en Acción Nacional.
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ
El pasado 23 de enero, Morena, PT y Nueva Alianza solicitaron al Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) el registro de su Convenio de Candidatura Común para competir aliados en 9 distritos locales y 25 ayuntamientos de la entidad.
Según el propio Código Electoral, una vez presentada la solicitud, la autoridad contaba con un plazo de cinco días para resolver lo conducente sobre la procedencia de dicho Convenio, es decir, hasta el 28 de enero. Y fue precisamente la noche del jueves pasada cuando el Consejo General del IEEM se pronunció al respecto, en el sentido de requerir a Morena, PT y Nueva Alianza modificar una cláusula del convenio que establecía la forma en que estos institutos distribuirían su votación, porque a decir de los consejeros, la redacción de dicha cláusula carecía de elementos suficientes para advertir una simetría entre la votación y las candidaturas que se adjudicaba cada partido.
Llama la atención, de entrada, que el IEEM haya guardado su pronunciamiento al cuarto para la hora y que, sin la cortesía de antes haber tocado puertas con estos partidos, les haya hecho conocer sus observaciones en una sesión pública. Como si alguien le hubiera instruido a la autoridad electoral poner en entredicho a la alianza Morena-PT-PANAL.
Pero más interesante resulta el fondo del asunto. Como ya se advirtió, el IEEM requirió a las partes “modificar la redacción” de una cláusula a efecto de hacer constar el porcentaje de la votación que le correspondería a cada partido. Una petición que, a pesar de las apariencias, es endeble en lo legal.
Originalmente, la cláusula inscribe que, en los distritos en los que compitan bajo la modalidad de Candidatura Común, el PT recibirá el 33% de los votos que obtenga la Candidatura Común; Nueva Alianza, los votos suficientes para que, sumados a los obtenidos de manera individual, alcance el 3% de la votación estatal; en tanto que a Morena se le asignará el remanente —en caso de que Nueva Alianza logre el 3% de forma individual, se llevaría el 67% restante.
Esta forma de distribución encuentra su fundamento en el propio Código Electoral, mismo que inscribe textualmente que los convenios de candidatura común deberán contener “la forma en que se acreditarán los votos a cada uno de los partidos políticos que postulan la candidatura común, para efectos de la conservación del registro, para el otorgamiento del financiamiento público y en su caso, para otros aquellos que establezca este Código”, sin mencionar nunca algo relativo a porcentajes.
Consecuentemente, el IEEM se ha extralimitado en sus atribuciones al exigir a las partes algo que no se encuentra contemplado expresamente, haciendo además una interpretación restrictiva de la ley, que no solo contraviene la voluntad de los partidos suscribientes, si no también, sus derechos políticos. En pocas palabras, el IEEM asumió una posición que atenta contra los principios de legalidad, así como de autodeterminación y autogobierno de estos partidos políticos.
Lo cierto es que hay antecedentes donde la propia Sala Superior se ha pronunciado favorablemente hacia este tipo de cláusulas, argumentando que éstas son legítimas en virtud de que funcionan como estrategias políticas y que son viables en tanto que sus efectos no se traduzcan en perjuicio de los intereses de terceros. Pareciera que esta decisión es más de índole política que jurídica, cuya pretensión real consiste en romper la relación de Morena y sus aliados, que dicho con todas sus letras, resultan determinante para lograr el triunfo en diversas demarcaciones; triunfos que Morena compromete si compite solo.
Este acuerdo del IEEM más bien sugiere una suerte de indicación hacia algunos consejeros y ello cobra mayor lógica si atendemos la indebida fundamentación y motivación del acuerdo, cuyo texto nunca cita los preceptos constitucionales y legales que los sustentan. Más buen suena a que desde el instituto le están haciendo el trabajo sucio a los oponentes morenistas, vaya que son acomedidos algunos consejeros.
De entrada, Morena y Nueva Alianza ya apelaron ante los tribunales y puede que en los próximos días el IEEM reciba un jalón de orejas. Aunque lo realmente trascendente son los mensajes políticos; por un lado, el árbitro electoral parece estar tomando esquina en un pleito entre partidos y por otro, bien cabe la pregunta: ¿Pues no era “amigable” la relación entre las casas de Lerdo y Palacio Nacional?
Chistosos los integrantes del Consejo General Electoral, porque en la sesión de ayer discutieron algo que los representantes de los partidos PRI, PAN, PRD y PT ya estaban arreglando desde el pasado fin de semana. Mientras los consejeros se hacían bolas con la tarea, sus instructores echando tragos con los adversarios en un restaurante, ahí pegadito al IEEM.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Entre el enojo y la resignación…
Uno de los primeros panistas que se puso al brinco con la alianza PRI-PAN-PRD fue Gerardo Pliego Santana, ex candidato a la alcaldía de Toluca, quien a su vez fue punta de lanza para que otros militantes albiazules respingaran con la coalición, más en aquellos municipios donde le cedieron al tricolor la cabeza de la fórmula de competencia. En las últimas horas Pliego Santana expuso un video en sus redes sociales que no define si se va o se queda en Acción Nacional. Por un lado, Gerardo expresa: “Toluca nos necesita y nos une”, como si ya hubiera doblado las manos frente a la alianza con un buen acuerdo político de por medio a su favor; por otro, el panista anuncia que visitará a los ciudadanos, empresarios, líderes sociales y militantes del PAN en los siguientes días para reforzar su presencia, en un aparente amago de irse por la libre. ¿O está calando a su partido o ya de plano está buscando que alguien lo arrope en su derrota anticipada? Por cierto, ¡qué mal video”; si Pliego Santana carece de soltura y facilidad de expresión frente a las cámaras, sus asesores le debieron proponer otra vía que no fuera la comunicación directa, porque sólo evidenciaron sus limitaciones.
La fiesta de las encuestas…
En este escenario Toluqueño habrá que tomar con las debidas reservas esa encuesta que desde hace una semana circula entre aspirantes y bunkers partidarios, donde se ubica al actual alcalde, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, como candidato de la alianza Morena-PT-PANAL en primer lugar con el 42% de la preferencia electoral; a Raymundo Martínez Carbajal, de la coalición PRI-PAN-PRD con el 29%; y a Ernesto Monroy Yurrieta como candidato del Partido Verde con un 13% de los adeptos ciudadanos. Serían los tres políticos en el escenario más real y competitivo.