- Desaparecidos y espantados los candidatos federales de Morena.
- Experiencia y mañana de priistas contra desorbitados morenistas.
- La 4T se enfrenta a sí misma, a sus aliados y a sus contrincantes.
- Onésimo Cepeda le vio la cara a Fuerza por México; al final se rajó.
- Movimiento Ciudadano remasteriza el éxito de Yuawi en el 2018.
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ
Algo pasa con los candidatos a diputados federales de Morena en el Estado de México que –dan la impresión- no se han percatado del inicio de las campañas. La guerra formal ha empezado y varios abanderados de la Cuarta Transformación –por no decir la mayoría- todavía no cargan el fusil, no encuentran el uniforme y ni qué decir sobre la estrategia de ataque y defensa… simplemente están desaparecidos, titubeantes y hasta espantados.
Tal vez en el fondo, pero muy en el fondo, la contienda los ha tomado desprevenidos o la realidad los está desnudando por su inexperiencia o falta de capacidad para buscar y convencer al electorado, sin la bonanza de un personaje nacional que los arrastre al triunfo.
Esta será una campaña mucho muy diferente a la del 2018; a sus rivales partidarios debemos sumarle el desgaste natural que implica ser gobierno federal, mayoría en el Congreso de la Unión, en el Congreso mexiquense y en los ayuntamientos del Estado de México… Morena se enfrenta a sí mismo, a sus aliados incómodos (PT y Partido Verde) y a sus contrincantes.
Salvo contadas excepciones como el caso de Xóchitl Zagal en Izcalli; Annel Flores en Huixquilucan y otros garbanzos de a libra en el Valle de México, el resto de los candidatos morenistas está prácticamente dormido, van desfasados y han sido rebasados en estos primeros días de campaña.
Ojo, porque si algo saben hacer perredistas, panistas y no se diga, los priistas, es precisamente campaña en tierra y en redes sociales, a pie y en plataformas digitales sus mañas son insuperables. Recuerden, esta es una campaña inhóspita por la pandemia de COVID-19 y porque se trata de una elección intermedia, donde el nivel de participación ciudadana cae a menos del 50% de los posibles votantes y en la que los triunfos dependen de la capacidad de movilización a través de las estructuras.
Sólo basta echar una mirada a los distritos donde ni bardas pudieron apartar los candidatos de Morena; en las redes sociales algunos perfiles de candidatos prácticamente vacíos, unos recién creados y sin seguidores, mensajes sin contenido ni impacto electoral, material gráfico casero y hasta propaganda ilustrada con fotografías de hace tres o más años. ¡Todo al ahí se va!
Confiar en las encuestas y en la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador -cuyos bonos van en natural decadencia- es una apuesta riesgosa y suicida. Cada candidato de Morena va sólo en las boletas, ya sin el acompañamiento de Andrés Manuel López Obrador que, aun cuando apareciera, quién sabe si les sumaría o les restaría. Al tiempo, los resultados se verán el 6 de junio.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Ni con Dios ni con el diablo…
La definición coloquial de la palabra “pendejo” se resume a “una persona incapaz, sinvergüenza o despreciable”. Este fue el adjetivo que utilizó el ex Obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva en sus pocas horas de político y aspirante a una diputación local mexiquense a través del Partido Fuerza por México. Folclórico e impositivo, con su estilo ineludible e irrenunciable, Onésimo dijo -el mediodía del pasado lunes- que quería ser diputado porque estaba harto de “tanto pendejo que gobierna”; por la noche y tras la postura de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) donde se confirmó que Cepeda Silva seguía siendo clérigo sin sotana, el “pastor de las élites” reviró y anunció que no sería candidato ni diputado porque sería tanto como “una pendejada de tres años”; por lo tanto continuaría con su ministerio religioso. En menos de 24 horas Onésimo Cepeda encendió el escenario electoral estatal y nacional, donde al final del día fueron los dirigentes del partido Fuerza por México a quienes les terminaron viendo la cara de… de eso que aludió Onésimo Cepeda.
A falta de talento, la remasterizada…
En la acera de Movimiento Ciudadano la escasez también cunde y sólo dependerán de “garbanzos de a libra” como el ex perredista, Juan Zepeda, quien será su candidato a alcalde de Nezahualcóyotl. Tan raquítico está MC en el Estado de México que tuvo que remasterizar la canción de “na-na-na-na-na-na” de Yuawi, niño indígena que movió a la militancia naranja en el 2018 con su pegajoso ritmo. Si no fuera por este chavo de la etnia Wirrarikaque, Zacatecas, Movimiento Ciudadano estaría más que desaparecido en tierras mexiquenses.