POR Alfonso FAURE
Los que me conocen, sabrán que desde niño he sido fan de mirar el cielo y conocer más acerca de los planetas, las estrellas y el espacio. Toda mi vida he leído libros del universo y siempre me ha encantado aprender y – tratar de – entender los misterios de la ciencia que son revelados por el firmamento. Más adelante, los coches y el olor a gasolina, aunque en el futuro vaya a desaparecer, robó mi corazón; sin embargo, la fascinación por la tecnología y los avances aeroespaciales se mantuvieron.
Por esta razón, el pasado jueves 18 de febrero, mientras veía una transmisión en vivo en Twitter por parte de la NASA, se me puso la piel chinita. Este día, llegó el quinto vehículo lanzado por la agencia americana a la superficie marciana. Después de viajar por casi 300 millones de millas y despegar en plena pandemia en el verano pasado, el Rover Perseverance llegó y nos regaló las primeras imágenes de él sobre Marte. Al momento de la transmisión, fue impresionante como la narradora comenzó con comentarios precavidos y calculadores sobre cada uno de los pasos que iban sucediendo, para que después se desencadenara el frenesí y la algarabía al finalizar los siete minutos del terror. Durante este tiempo, Percy, como se llama cariñosamente a la nave espacial en el mission control se encuentra totalmente solo porque como el tiempo que tarda la trasmisión a la Tierra es de once minutos, el momento del amartizaje es a ciegas. La maniobra consiste en disminuir de una velocidad de 12,000 mph (19,312 km/h) al entrar a la orbita de Marte, a prácticamente cero en 7 minutos; y así lograr que este vehículo espacial de poco más de 1,000 kg toque suavemente el suelo marciano.
Además de que lanzar un objeto al espacio y más adelante hacerlo llegar a su destino es un desafío en sí mismo, el Rover cuenta con diferentes instrumentos científicos de última generación como cámaras ultrasensibles de diferentes espectros de luz, desde ultravioleta hasta rayos X que servirán para recolectar muestras de la superficie marciana y conocer más a fondo su terreno. Por otro lado, Percy cuenta con tres sistemas que realmente me vuelan la cabeza por comprender hasta donde ha sido capaz la raza humana con sus avances tecnológicos. El primero de ellos, es la forma en la que el vehículo espacial obtiene su energía para desplazarse y que funcionen todos los instrumentos científicos. El Rover espacial logra esto con un generador eléctrico basado en la decaída natural del plutonio; es decir, la NASA transportó un generador nuclear de la Tierra a Marte y lo mantiene completamente funcional y seguro para abastecer de electricidad su vehículo espacial. La segundo innovación, es que el Perseverance incorpora un pequeño dron que se convertirá en el helicóptero que será volado en otro planeta por primera vez. La función del Ingenuity, como se llama la pequeña aeronave, es probar las capacidades de vuelo y tomar fotografías del terreno que será recorrido por el coche marciano. Finalmente, y la que es lo más impresionante para mí, es la incorporación del sistema MOXIE (The Mars Oxygen In-Situ Resource Utilization Experiment), que servirá para convertir el bióxido de carbono de la delgada atmosfera marciana en oxigeno que puede ser usado, respirado y quemado por los seres humanos. Y es que la Misión Marte 2020 buscará signos de vida microbiana antigua, lo que impulsará la búsqueda de la NASA para explorar la habitabilidad pasada de Marte y – tal vez – la mudanza futura al planeta Rojo.
Sin duda alguna, la carrera espacial para las próximas décadas será bastante aguerrida entre las diferentes potencias y es que tanto los Emiratos Árabes Unidos como China, lanzaron dispositivos a Marte para conocer más acerca de su atmosfera y su geografía. Además de que la NASA y la Agencia Espacial Europea buscan recoger lo que recolecte el Perseverance para un estudio más exhaustivo en la Tierra. Sumando a esto, ya hay empresas privadas como SpaceX, de Elon Musk, que están invirtiendo en desarrollar cohetes y naves espaciales que puedan ser usadas para llevar astronautas y civiles al espacio exterior.
Como lo dijo el administrador de la NASA, Steve Jurczyk, estamos en un momento pivote de la exploración espacial y de reescribir las líneas que cambiarán la historia de la humanidad. Mientras tanto, en México apagamos la luz cuando no hay gas y construimos refinerías obsoletas.