NO HAY SOCIALDEMOCRACIA EN MÉXICO
Por: Isidro O`Shea
@isidroshea
Al igual que otros conceptos políticos, el concepto de socialdemocracia ha venido instalándose en nuestro país en los últimos años. El hecho de que el concepto se inserte en el discurso de la opinión pública no implica un problema por si mismo, el problema radica en que se utiliza a diestra y siniestra sin saber qué representa realmente la socialdemocracia.
Aunado a lo anterior, no es solamente el hecho de la incursión del concepto lo que nos debe ocupar, sino incluso, el hecho, quizá intrínseco, de que en la historia de los partidos políticos en México poco o nada han privilegiado las ideas socialdemócratas.
Lo más apegado a propuestas socialdemócratas en la historia política nacional han sido los discursos de excandidatos presidenciales como el fallecido Gilberto Rincón Gallardo o bien el de Patricia Mercado en el 2006, candidata que causó polémica al afirmar que en su juventud había fumado marihuana. Más allá de eso, solamente hemos tenido discursos políticos apegados al aplauso fácil a través de la promesa de dádivas clientelares y no propuestas programáticas apegadas a un Estado de bienestar, este segundo concepto estrechamente relacionado al de socialdemocracia.
Ahora bien, parece, más allá de lo que pueda resultar en el futuro, que por fin un partido político nacional se ha dado cuenta de la relevancia de un discurso socialdemócrata en el espacio político. Movimiento Ciudadano, a pesar de que muchos no le perdonen su antigua relación con el obradorismo e incluso con el PRI, hoy día es lo más similar a un conglomerado de ideas de socialdemocracia, lo cual le ha dado oportunidad de instaurarse en grandes ciudades y capitales del territorio nacional, que hace recordar la época de inicios de los 90 cuando eran los espacios urbanos lo primeros en adoptar colores de los partidos de oposición.
Tal es el éxito de Movimiento Ciudadano, que hoy los partidos que más se le acercan en el espectro ideológico – político, han intentado acercarse a dicho discurso. Por un lado, el PRD, con el afán de sobrevivir, ha cambiado sus estatutos, dejando atrás la denominación de partido de izquierda radical para adoptar el de izquierda socialdemócrata, justo ahí donde se encuentra Movimiento Ciudadano. Y es que, incluso, al ser justos, en nuestro análisis, debiéramos mencionar que el PRD históricamente ha actuado más como partido socialdemócrata que como izquierda radical. Si el PRD en realidad hubiese actuado como izquierda radical, éste jamás se hubiera despegado del discurso obradorista.
Sin embargo, no solamente el PRD responde a la lógica de imitación de partidos que intentan acercarse a aquellos que van obteniendo éxito, tal como lo señala Anthony Downs(1957) en la teoría de la acción racional. Ahora también el PRI, a partir de su última asamblea nacional se redefinió como partido socialdemócrata, justo también ahí: en el centro izquierda del espectro ideológico. Así pues, dos de los tres grandes partidos que México tenía en la primera década del siglo XXI, hoy intentan redefinirse como socialdemócratas (de centro – izquierda). Parece pues, que han escuchado los pasos de Movimiento Ciudadano y no son indiferentes a ellos.
Cabe añadir que mientras en México, apenas parece que se inserta el discurso socialdemócrata, en Europa ya incluso ha llegado a una crisis, una crisis paralela a la crisis de partidos tradicionales, que por su parte ha llevado también a voltear a ver a partidos populistas de derecha.
Complementando la idea de que en realidad poco o nada los partidos mexicanos han sabido llevar sus nombres y estatutos con lógica y sin contradicciones; cabe afirmar que incluso el Revolucionario Institucional (PRI) actuó alguna vez – a pesar del autoritarismo – como partido socialdemócrata que se preocupó por la educación, la sanidad pública y la vivienda de interés social; sin embargo, hoy sus líderes y dirigentes no son tan inteligentes, como para hoy recordar y llevar ese mensaje al electorado.
Por su parte, también porristas de la 4T y del actual gobierno, han caído en errores conceptuales, pero de manera más demencial. Antonio Attolini al mismo tiempo que milita en MORENA, en Twitter se autodefine, a través de la rosa roja, como socialdemócrata.
Dicho todo lo anterior, y las contradicciones e incluso estupideces de cada actor colectivo del sistema de partidos mexicano, cabe mencionar, que palabras más, palabras menos, la socialdemocracia se puede definir como: el sistema más justo cuyas preocupaciones se basan en el estado de bienestar colectivo, a pesar, de aceptar la lógica del sistema capitalista.
Dicho y definido lo anterior, queda más que en evidencia la contradicción de partidos y actores de los distintos espacios del espectro político, en especial, aquellos que intentan sostener el estandarte de la 4T al mismo tiempo que el de la socialdemocracia.
No en vano, Movimiento Ciudadano ha tenido éxito, pues tampoco en vano ha llenado sus filas de personajes políticos que sí parecen responder a ideales socialdemócratas tanto de tipo materialista como postmaterialista, ejemplos de ello son: Patricia Mercado; Salomón Chertorivski; Ivonne Ortega; Tere Vale; el mismo Colosio Jr.; las llamadas “morras chilangas”; entre otros tantos. Quizá la mayor paradoja de Movimiento Ciudadano es que su mayor éxito lo hayan encontrado a través de victorias electorales en estados socialmente conservadores y con candidatos que poco aparentan un ideal socialdemócrata, como lo son Jalisco y Nuevo León, con Enrique Alfaro y Samuel García, respectivamente.
Ojalá rinda frutos el discurso y la autoproclamación de los partidos mexicanos como socialdemócratas, y no lo dejen en el vacío del discurso.
Tiro Libre Directo: podrán presumir muchas cosas, excepto inteligencia aquellos que no consideren a Ana Lilia Herrera como seria aspirante a la gubernatura del Estado de México; pues simple y sencillamente, además de su trayectoria política, debemos recordar que es la diputada que obtuvo la segunda mayor votación en junio pasado, solamente por debajo de un personaje nacional, Margarita Zavala.