¿QUÉ HAN HECHO A LOS 95 DÍAS?
Por: Isidro O`Shea
@isidroshea
Analista político y electoral
Promesas, promesas y más promesas. Ese es el argumento de muchos mexicanos que se abstienen de elegir a sus representantes cada 3 o 6 años. No los culpo, en la mayoría de los casos tienen razón; sin embargo, la cultura democrática no se construye con apatía; pero vayamos a eso que les causa tanta decepción.
En mayo pasado los mexiquenses y la mayoría de los mexicanos y mexicanas escuchamos precisamente eso: cientos o miles de promesas. Escuchamos gran cantidad de discursos vacíos; otros con un poco más de sustancia; otros arcaicos; otros populistas; y la mayoría demagógicos. Sin embargo, todos tenían el mismo objetivo: ganar las elecciones municipales.
Así pues, con ataques y con promesas unos llegaron a la victoria, otros tantos no, como es el ejemplo de Juan Rodolfo Sánchez Gómez; Gabriela Gamboa; o Patricia Durán; quienes, a pesar de saber las complicadas situaciones de sus respectivos municipios, no dudaron en prometer y prometer a cambio de su reelección, para posteriormente con la derrota, empezar (ahora sí) a echar culpas a las administraciones anteriores.
Sin embargo, a diferencia de los anteriores, también hubo candidatos y candidatas que a pesar de solo construir un relato con demagogia y con promesas que se esfuman con el aire, lograron ganar. Sin embargo, hoy – a casi de los famosos primeros 100 días de sus gobiernos -prácticamente han desaparecido.
Muchos de ellos dicen que les dejaron las arcas vacías; otros tantos que están en proceso de ajuste y renovación, y entre tantas excusas, lo único que podemos afirmar que es un hecho -casi en todos los casos – es que no sabían la responsabilidad que implicaba gobernar.
Quizá, como López Obrador en su momento, pensaron que era muy fácil el arte de gobernar. Así pues, no ser conscientes de lo que implica gobernar, fue la primera irresponsabilidad en la que cayeron varios políticos, “líderes”, o empresarios que se postularon para tal obligación. Hoy, de los 125 municipios que hay en el estado, quizá son muchos, si digo que apenas el 10% de ellos, tiene quién los represente bien y actúe a favor de ellos desde las oficinas de sus respectivos ayuntamientos.
Y es que en la mayoría de los municipios no ha bajado la delincuencia común; en otros, que prometieron modernas tecnologías a favor de la gente, parece que solo se esmeran en crear relaciones públicas en beneficio propio; en otros se sabe que no se cumplirá con el “compromiso” de terminar hospitales en los primeros 100 días; en algunos,parecen inmóviles dadas las cifras rojas que les dejó la anterior administración; mientras en algunos más, se ríen de sus propuestas que saben que no cumplirán como el tener gabinetes originarios de sus municipios; crear corredores turísticos; o bien, bancos de medicamentos. La mayoría de ellos compromisos relativamente sencillos, y que cuyo mayor costo es el esfuerzo de querer hacerlo.
Así pues, una vez más el ciudadano tiene todo el derecho de desilusionarse, de enojarse; y es que el hecho de que las cosas las hayan dejado complicadas no es responsabilidad del ciudadano, es responsabilidad de los entonces candidatos que prometieron y ofrecieron sin tener un diagnóstico claro; los mismos que un día parecieron venderse como “todopoderosos”.
A decir verdad, también podemos empezar a preguntarnos si de verdad los actuales alcaldes trabajaron en el tiempo de transición (de los más largos en todo México), si planificaron a partir del día posterior a su victoria; si hicieron estudios medianamente aceptables respecto a la idoneidad de lo prometido, o si simplemente se fueron a Disneylandia a vacacionar. Parece pues, que la respuestaes obvia.
De tal manera, señor(a) lector(a), usted tiene razón en decepcionarse o enojarse; sin embargo, le he de decir: abstenerse de votar en las próximas elecciones no es el camino, pues ninguna cultura cívica y democrática se ha construido a partir de la apatía, ni tampoco ninguna democracia consolidada ha podido construirse con miel sobre hojuelas.
Recordemos la primicia básica… la democracia no es el objetivo final; la democracia es el medio por el cual buscamos o deberíamos buscar solucionar los problemas públicos.
Hasta aquí mi texto de hoy. Ustedes presidentes municipales tienen 5 días más para por lo menos intentaraclarar porque no han logrado hacer todo aquello que tanto y tanto nos prometieron. Demuestren pues… que no todos los políticos son iguales, que existen diferencias entre todos ustedes, y que por ello es relevante ir cada 3 años a votar.