POR Sergio MACEDO GONZÁLEZ
Los niños no deben viajar en la parte delantera de un automóvil, no importa que lo hagan en los brazos de un familiar. Al no estar sujetos al vehículo se pueden golpear con las partes duras del coche, ser aplastados por un adulto en caso de un accidente, sufrir severas lesiones, incluso perder la vida.
Al igual que el cinturón de seguridad, los llamado Sistemas de Retención Infantil (SRI), mejor conocidos como “sillitas para niños”, son dispositivos diseñados especialmente para sujetar a los menores de edad al asiento de los vehículos, con el objetivo de protegerlos y prevenir golpes graves durante una colisión. Sin embargo, el uso de ambos artefactos no es habitual entre los conductores, es muy común observar infantes viajando en el lugar del copiloto, con la única protección que los brazos de sus padres, en el mejor de los casos.
De acuerdo con Jesús Armando Villegas Capitán, titular de la coordinación de Prevención de Accidentes de Cruz Roja Mexicana delegación La Perla, en el municipio de Nezahualcóyotl, el Sistema de Retención Infantil bien instalado, ajustado adecuadamente pueden reducir hasta en un 70 por ciento las probabilidades de muerte de un lactante y entre un 54 y 80 por ciento en niños.
A pesar de la efectividad que ofrecen estos dispositivos, muy pocos conductores acostumbran a hacer uso del SRI al momento de transportar a un menor, los argumentos más empleados es que son muy caros, su instalación es complicada, a los niños no les gusta usarlo, mencionó Villegas Capitán durante una charla de capacitación a distancia.
Para evitar una mala experiencia con los SRI, antes de comprarlos se debe tomar en cuenta el peso y tamaño del menor, cerciorarse que cuente con una certificación, eso asegura que el dispositivo cumple con las normas oficiales y requerimientos mínimos de seguridad. Existen cinco categorías, la 0 que es apta a partir del nacimiento y hasta los 10 kilos, o nueve meses de edad; 0+ desde el nacimiento hasta los 13 kilos o el año de vida; 1, de los 9 a los 18 kilos, abarca de los 12 meses hasta los cuatro años; la categoría 2, de los 15 a los 25 kilos, adecuada para menores de los 3 a los 6 años y por último la número 3, de los 22 a los 36 kilos, que se recomienda para menores de los 6 a los 12 años, aunque todo dependerá del desarrollo del niño.
Villegas Capitán recomienda no dejarse llevar por diseños o colores llamativos, es importante asesorarse con un especialista para elegir un sistema de talla adecuada y evitar que el menor se sienta inseguro, verificar el tipo de anclajes con los que cuenta el vehículo en el que se pretende colocar, en la medida de lo posible instalar el aparato en el coche para probar que efectivamente ajusta de manera correcta.
“La silla debe colocarse en el asiento trasero, en la parte central, que es la plaza más segura para los niños. Para que un menor se acostumbre al uso de estos dispositivos, los adultos tienen que poner el ejemplo y colocarse el cinturón de seguridad en cada viaje, en el caso de los lactantes desde el primer momento en que se suben a un vehículo deben utilizar SRI, así al paso de los años se acostumbraran a viajar con este tipo de aparatos”.
Asimismo recalcó que un menor jamás debe viajar en la parte frontal de un vehículo, no importa que lo haga en brazos de uno de sus padres o familiar, ya que al no estar sujeto a un dispositivo de seguridad se convierte en un proyectil, en caso de un percance automovilístico podría salir disparado, las consecuencias mortales en los niños se multiplican cinco veces, ya que puede ser aplastado contra las partes duras de la unidad por cuerpo del adulto, lo adecuado es colocar a los menores en un sistema de retención infantil, “los brazos no brindan la seguridad necesaria, hay que quitarse la idea que no pasa nada, yo lo cuido, lo protejo, eso no ocurre”.