Temblores más allá de México
Por Isidro O`Shea
@isidroshea
Analista político y electoral
No está mal que no seamos pocos los que siempre estemos pensando en elecciones. Es un gusto genuino, quizá, incluso una adicción, y asimismo como ver el mundial: una afición. Sin embargo, debemos ser conscientes de que cualquier elección carecería de significado, si el objetivo de esta no fuera el hecho de instaurar políticas públicas en un municipio, estado, país, etc.
La anterior, es una (de muchas) de las razones por las cuales siempre abogo a favor de la necesidad de ver más allá de nuestro ombligo, de nuestro país. El fin de semana anterior fue una fiel muestra de lo importante y fructífero que puede ser ello.
Y es que mientras en México estamos pasando por una especie, de un muy breve receso electoral, en otras latitudes ha habido cambios y/o noticias de rotunda relevancia. El primero de ellos la importante victoria histórica del Partido Popular en la Comunidad de Andalucía en España, hecho que por 1ª vez ocurre dentro de la era democrática de aquel país. En Andalucía una comunidad gobernada históricamente por la izquierda española, hoy no solamente, como hace unos años, creció la derecha, sino que la derecha democrática representada por el PP y sin la necesidad de VOX (partido de derecha radical) tendrá la oportunidad de gobernar en solitario y mostrar la otra cara de la moneda democrática.
Por su parte la mega coalición del gobierno israelí que mantenía en el ejecutivo a 7 partidos políticos, desde el punto más cercano a la derecha radical hasta la izquierda moderada, ha anunciado su disolución por – lógicamente – desacuerdos en el poder ejecutivo, lo que hará que los ciudadanos asistan por 5ta vez en 3 años a las urnas para elegir al jefe de su ejecutivo; algo que seguramente no sea bien visto por ningún ciudadano, pero que asimismo refleja la atomización no solamente de un sistema de partidos, sino también de una sociedad atrincherada en conflictos históricos.
Así pues, si volteamos a ver la Historia, podremos darnos cuenta, de que es histórico el triunfo de la izquierda en Colombia, quien mediante su candidato Petro ha puesto fin a un megaciclo político en donde la derecha siempre había gobernado.
Es quizá este cambio o fenómeno político, el más cercano y asimismo similar a lo que hoy día vivimos los mexicanos, y es que al igual que aquí, muchos colombianos se cuestionan las políticas que pondrá en marcha uno de los actores políticos que más incertidumbre ha impuesto en la ciudadanía, al haberla, durante el proceso electoral, polarizado, con un discurso muy similar al de Andrés Manuel López Obrador de atacar al establishment de los partidos políticos tradicionales. Ojalá, Colombia no corra la suerte del mexicano y su próximo presidente sepa acercar a la sociedad y no alejarla más de lo mucho que hoy ya está.
