* ¿Quién paga las
vejaciones de la CNTE?
Por Eduardo H. LIMÓN CERVANTES
No me cabe la menor duda que alguien paga a la CNTE y utiliza esos recursos para dañar y entorpecer la reforma educativa que tanta falta le hace al país. Todo movimiento urbano que ejerce presión social bajo los métodos de bloqueo, manifestación, toma de edificios, interrupción del tránsito vehicular, de carreteras y demás, obtiene sus fondos de algún lado. Son aquellos movimientos que no surgen espontáneamente, sino que poseen logística, estrategia, manejo de los tiempos, organización, división en cuadrillas y batallones -como es el caso- y por supuesto un flujo continuo de recursos.
La presencia de la CNTE en Oaxaca y Chiapas ha significado autobuses, casas de campaña -Coleman, nuevas-, teléfonos y radios de intercomunicación que se ven entre los manifestantes a lo largo de sus traslados; ha significado además, miles y miles de «lunches», «colaciones» y otros alimentos que se distribuyen en los campamentos y las marchas, además está claro que no todos duermen en los campamentos, algunos -nadie sabe cuántos, ni quiénes- habitan decenas de habitaciones de hoteles sencillos de bajo costo.
Necesariamente debemos voltear a ver otros jugadores. ¿A quién le interesa desestabilizar al Gobierno de la República, descarrilar la reforma educativa?.
A Andrés Manuel López Obrador y Morena no les interesa cuidar de la educación, sino hacer alianzas con la CNTE solamente pensando en votos para alcanzar la presidencia de la República, y como consecuencia, alientan a las acciones de violencia como las que se han vivido en varios estados en los últimos días.
Tampoco le interesa a los que se quedan bloqueados en una carretera, a los que son agredidos en sus marchas. Eso es lo que menos le interesa al «Peje», cuando sólo lo que busca son esas alianzas, para que, como lo ha dicho, pueda alcanzar, ganar una gubernatura, o cuando ofrece a cambio de votos incluso posiciones de gobierno; me refiero particularmente en el tema educativo, para que puedan desde ahí, hacer y dirigir estas acciones de violencia, acciones inaceptables.
Es por ello que desde esta columna exhorto al presidente Peña Nieto a no dar marcha atrás, deberá aplicar todo el peso de la ley a maestros faltistas y realizar el descuento correspondiente a los pseudomaestros que solamente agitan la integridad social, y encarcelar a los maestruchos que son violentos y golpean a quien esté en contra de su ideología lopezobradorista barata. Porque no se puede permitir que la CNTE siga haciendo de las suyas.
Lamentable es que en las redes sociales hay ciudadanos que dicen apoyar la lucha de los maestros, pero plausible es que han aparecido ciudadanos que en las mismas redes señalan estar hartos de estas lacras de la sociedad y demuestran todo su apoyo al Estado de derecho y al presidente Peña Nieto. Ojalá la ley esté por encima de la necedad obradorista.
Y como decía mi compadre Chón: «Recuerde compadre que necio encuentra siempre otro necio aún mayor que le admira».
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