Gerardo Hierro
La carrera por ocupar la silla presidencial está en marcha. En la historia contemporánea, las elecciones en Estados Unidos han sido siempre garantía de un alto grado de espectacularidad, la elección presidencial en noviembre no será la excepción. Existen una suma de variables en el espectro político que harán de esta elección una de las más interesantes en la historia moderna, una de ellas será, sin duda, la nominación que esta por definirse para vicepresidente demócrata.
Para noviembre, los republicanos apuestan por la reelección de Trump y de Mike Pence. Trump es un candidato que ha roto con éxito las formas tradicionales de hacer política y que consiguió en 2016, uno de los triunfos menos anticipados en la historia electoral de EUA. Por su parte Pence es un político astuto con larga trayectoria pública pero que se ha visto eclipsado por la enorme figura del presidente.
La presidencia de Trump, al igual que toda su vida, se ha visto envuelta en muchas polémicas, desde la sospecha de colusión con Rusia y el Kremlin hasta un fallido proceso de destitución (impeachment). El mayor logro de su administración descansaba en sus éxitos económicos que hoy han dado giro rotundo ante el coronavirus y sus múltiples consecuencias.
Por el otro lado, los demócratas, se han decantado por el ex vicepresidente Joe Biden. Biden, resultó electo luego de un largo proceso de elección interna, que incluso parecía que no ganaría, el candidato sale debilitado de dicho proceso, por que no logró cultivar un vínculo emocional con los electores, fue así como Biden se ganó un apodo preciso por Trump: Sleepy Joe (Joe el dormilón).
Por lo anterior, además de que en caso de ganar la presidencia, Biden sería el presidente de mayor edad en ocupar dicho encargo, la elección para ver quien lo acompaña en la fórmula demócrata resultará transcendental en el resultado de la elección y en el desarrollo de su posible presidencia.
El 15 de marzo, Biden señaló que escogerá a una mujer para acompañarlo en la búsqueda por la presidencia, un hecho histórico que tiene en vilo al mundo por saber quien será la mujer que ocupará tan importante espacio político. La mujer que sea designada podrá hacer historia: si Biden gana en noviembre, será la primera vicepresidenta en la historia de EUA.
En el tablero político existen varias mujeres con notable talento y liderazgo para el puesto. Sin embargo, considero que hay dos mujeres que sobresalen por su pericia y gran talante político: las senadoras Elizabeth Warren y Kamala Harris.
Warren es una implacable líder progresista, gran abogada y senadora por Massachusetts, que durante los diversos debates demócratas mostró su altura intelectual y capacidad de argumentación. La revista Time la describió como «el nuevo Sheriff de Wall Street» cuando impulsó la creación de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, hecho que la llevó a ocupar relevancia nacional.
Sin embargo, Warren tiene una desventaja para un moderado como Biden: se le ubica ideológicamente en la extrema izquierda por sus posturas en temas importantes para el país como la seguridad social y la política fiscal, además de que fue dura con Biden en algunos momentos de los debates presidenciables y que a la fecha no ha expresado su apoyo para el ex vicepresidente (el famoso endorsement es un símbolo importante para la política estadounidense).
Por su parte, Kamala Harris es una talentosa abogada y reconocida senadora por California. Harris ganó la elección como Fiscal General de California en 2010 y fue reelegida en 2014 por un amplio margen. En noviembre de 2016, derrotó a Loretta Sánchez en las elecciones al senado, convirtiéndose en la tercera mujer senadora por California, y la primera de ascendencia jamaiquina e india. Desde que se convirtió en senadora, ha apoyado la legalización del cannabis a nivel nacional, la ley Dream, la protección municipal para los inmigrantes indocumentados, y la reducción de impuestos para las clases media y trabajadora, así como el aumento de impuestos a las grandes corporaciones y al 1% más rico de los estadounidenses.
Harris, al igual que Warren, mostró gran agilidad y capacidad retórica en los debates presidenciales, que se evidenció cuando el apoyo a Harris aumentó entre 8 y 9 puntos en las encuestas nacionales luego del primer debate presidencial demócrata. Harris se apunta como una candidata que puede jalar tanto el voto afroamericano como el hispano, dos sectores claves para los demócratas, además de pertenecer a California, un Estado crucial en el sistema del consejo electoral.
En esta disputa, no podemos descartar a la senadora por Minnesota Amy Klobuchar, que a pesar de no contar con la estatura intelectual de las dos anteriores, es una buena abogada y senadora desde el 2006, a la cual se le ubica más cerca personalmente de Biden que Harris y Warren.
La decisión de Biden marcará el destino de la elección presidencial, no por nada ha constituido un comité especial para tomar dicha determinación, la cual se avecina como una de las más importantes en la carrera presidencial.
Biden es un político adiestrado, con muchos años de experiencia pública, el sabe que en esta decisión no hay margen de error, en ella se juega su futuro y el de la casa blanca.