LA IMAGEN ONÍRICA. SEGUNDO TIEMPO
En el siguiente sueño estoy en un barco navegando en medio del océano. El barco se parece al velero Compay en el que navegué con Eric Friedly y mi hermana Karen en el invierno de 2011. En mi sueño está Eric y otros amigos, las divisiones del barco se convierten en los cuartos de una casa de campo bastante agradable. Hace calor. En la casa se escucha música, hay un ambiente festivo. Mis hermanas están ahí. En uno de los cuartos, que es a la vez la popa del velero, hay un yacusi lleno de gente. Alguien está encargado de la música. De repente algo sucede y tenemos que huir. Tratamos de escapar, corremos. Los pasillos nos llevan a una gran bodega, es como la parte de aprovisionamiento del barco, es enorme. Tenemos que alcanzar los grandes muros, subir por peldaños y tubos para salir de ahí, las ventanas están hasta arriba. Los malos que nos persiguen están cerca y hay que correr rápido. Lo logramos. Estamos de nuevo en esa casa-barco agradable. Estoy acompañada de alguien, no sé quién es. El sol se pone en el horizonte, la tarde tiene un color dorado y la temperatura es agradable. Llevo los brazos descubiertos. Miramos el horizonte desde la terraza. Alcanzo a ver el movimiento en cámara lenta de los pastos largos que se mueven con el viento como las olas del mar. El paisaje tiene un color verde-amarillo, siento el viento ligero rozar mi piel. En esa tranquilidad le pregunto a mi acompañante dónde estamos. La respuesta me congela y me deja perpleja: En Siberia. El trabajo de interpretación de este sueño resulta complejo, requiere, como sugiere Lizarazo (p.117) de un esfuerzo exegético para comprender el lenguaje cifrado de un relato mutilado y cada vez más borroso. La complejidad interpretativa de este sueño nos permite ilustrar las claves de abordaje de la imagen onírica que propone Lizarazo; a) la imagen onírica es siempre reveladora, b) la imagen onírica es polisémica. En ella conviven dos niveles de sentido, la zona explícita o figurada y otra subyacente: lenta, tozuda y profunda. “En el campo de la imagen onírica la significación es confusa: elementos visuales y narrativos aparecen de manera extraña y entreverada” (p.133): por ejemplo, estoy en una casa-barco, el ambiente es festivo pero algo irrumpe y la escena cambia. La superficie en la imagen ornírica es enigmática ¿Cuál sería la razón de encontrarme a salvo de todo pero en el lugar más remoto del mundo? Lo que en la superficie es confusión en la subyacencia es claridad. Difícil de descubrir. Lo cual nos lleva a las siguientes categorías c) encubrir y poner en juego la significación profunda y d) el sentido relevante no es el primario y e) quien habla en la significación de la profundidad onírica no es el sujeto sino la otredad del inconsciente.
