POR Leo ESPINOZA
El año pasado seguramente usted habrá escuchado o visto que la familia del ilustre Emiliano Zapata se manifestaron a las afueras del Palacio de Bellas Artes, ¿el motivo? que se exhibía un cuadro del revolucionario ataviado con un sombrero rosa, desnudo y montado en un caballo con una erección.
La obra de Fabián Chairez de origen Chiapaneco que título como “La Revolución” destaca por mostrar a Zapata de un modo diferente, inspiración de la «masculinidad glorificada» como el lo compartió, o puede ser de los textos de la novela de Pedro Ángel Palou, Zapata, que cita testimonios del que fuera secretario del líder campesino, Manuel Palafox, alias “El Ave Negra”, donde insinúa que el líder revolucionario mantuvo relaciones homosexuales.
Otro antecedente histórico de la supuesta bisexualidad del personaje la encontramos en los diarios de la hija de Porfirio Díaz incluidos en el álbum Amada Díaz de Ricardo Orozco, en el que también se habla del vínculo que habrían ejercido Zapata y De la Torre y Mier, también conocido como “Nachito”.
Sea cual sea la realidad histórica la exposición incluyo 141 obras de arte de 70 colecciones y aunque la pintura de Chairez es del 2014 y ya había sido expuesta en otra ocasión, recibió mayor atención en el 2019, cuando el Ministerio de Cultura la utilizó para promover la exhibición de “Zapata después de Zapata” a través de sus páginas de Twitter y Facebook.
Dicha exhibición que termino en el mes de febrero del 2020 ahora vuelve a retomar relevancia, después de ganar su lucha contra la misoginia y el conservadurismo en la cual se enfrentaron zapatistas y comunidad LGBTTTI saliendo ganadores los últimos, pues impidieron fuera quemada la obra.
Ahora será presentada en Cataluña. a través de “La censura” de la colección de Taxto Benet que estará abierta al público en el Centro de Arte La Panera, a partir del próximo 26 de septiembre y hasta el 10 de enero del 2021. Junto a la pintura de Zapata habrá obras de artistas como Pablo Picasso, Robert Mapplethorpe, Ai Weiwei, Yoshua Okón, Amina Benbouchta y Marta Minujín.
En enero pasado, el pintor vendió «La Revolución» a Taxto Benet, un empresario español y dueño de una colección de alrededor 70 piezas que han sido censuradas en el mundo, razón suficiente para que el autor del icónico cuadro lo pusiera en venta, en sí, lejos de si la vendió o no, la obra ya cumplió su propósito, pues queda como un antecedente de que siguen las manifestaciones en contra de la diversidad sexual, que también se puede a nuestros personajes históricos desde otra mirada y eso no les quita sus aportaciones a la patria.
“La revolución” seguirá su camino y no abra quien quede ajeno a su mensaje.
¡Nos leemos la próxima semana querido lector un abrazo!
Leo Espinoza, abogado, activista, conductor, político