domingo, diciembre 22, 2024
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Zona Diversa · Leo Espinoza

¿Qué tan cierto es la desigualdad laboral, económica, de educación y de salud entre personas heterosexuales y sexo genérico diversas?

¿Por qué son importantes las políticas de nivelación, de igualdad, de equidad y no discriminación?

Generar espacios seguros el camino más rápido para acabar con el odio a las poblaciones LGBTTTIQA+

En los últimos años es normal que la efervescencia electoral tenga sí o sí que tocar la agenda diversa en sus plataformas, no solo por los avances de los últimos años, sino porque hoy en día se cuenta con un documento estadístico proveniente del INEGI como lo es la ENDISEG 2022, que puso en el mapa cuantas personas y en qué condiciones viven quienes son pertenecientes a las poblaciones que se identifican con el acrónimo LGBTTTIQANB+.

Si bien el discurso de desigualdad entre personas heterosexuales y no heterosexuales está marcado en el imaginario público, la realidad y con base en datos estadísticos es que no refleja una diferenciación tan pronunciada.

Por poner un ejemplo en el tema laboral analicemos los siguientes porcentajes, tomando en cuenta la primer cifra que representa a personas diversas y la segunda personas heterosexuales y que laboran en diferentes rubros, en el sector del campo un  26.6% contra un 24.6%, en el sector servicios profesionales 17.4% contra un 18.4%, en el sector comercio 16.3% contra 16.9%, en el sector artesanal 12.2% contra 7.7%, el sector industrial 8.8% contra 6.2%, en el sector empleos, ventas y administrativos 5.9% contra un 8.3%, en el sector de trabajadores con servicios profesionales 8.2% contra 13.2% y por último en el sector de jefes y directores 4.3% contra 4.6%.

De tal suerte que se puede inferir que en los rubros donde más trabajo consiguen las personas diversas es el sector del campo, de su profesión, comercio y artesanías. Si bien los porcentajes son casi iguales la discriminación el prejuicio y el estigma es lo que baja la calidad de vida de las personas que por su orientación sexual o identidad de género laboran en espacios violentos y poco seguros.

Otro dato para analizar es el tema de educación siguiendo el mismo método comparativo las personas diversas solo el 22.5% cuenta con educación superior, 23.9% con preparatoria o similar, 49.3% educación básica y 4.3% no tuvo posibilidades de estudiar, mientras que las personas heterosexuales el 21.6% cuenta con educación superior, 24% con preparatoria o similar, 49.3% educación básica y 4.9% no obtuvo estudios, como vemos los porcentajes de igual forma son muy similares, sin embargo la tónica es que el bullying está más marcado en poblaciones diversas.

En el rubro de la salud las personas diversas se atienden de la siguiente manera 26% en el IMSS, ISSSTE, PEMEX, ejercito o MARINA, 19.9% en lo que anteriormente se le conocía como INSABI, 23.9 en algún hospital privado, 19.7% en algún consultorio o farmacia. Este sector aunque poco visibilizado es también uno de los servicios en los que más se discrimina, por ignorancia y falta de profesionalización en las necesidades sanitarias de las poblaciones LGBTTTIQANB+.

Pero llego el momento de la apoteosis, si bien los cambios legislativos y las políticas públicas de nivelación son importantes, la única vía para que termine la desigualdad en trato no en condiciones porque ya observamos que son similares entre personas diversas y heterosexuales (exceptuando a las personas trans, que por su propia dinámica de vida no han accedido a los servicios básicos por la falta de reconocimiento legal de su identidad) lo más importante es generar y garantizar espacios seguros, informados y apegados a la ley para tener certeza de que toda la ciudadanía en general pueda desarrollarse plenamente en todos los sentidos.

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