jueves, noviembre 21, 2024
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Zona Diversa · Leo Espinoza

Responsabilidad afectiva arma de dos filos en relaciones interpersonales

Tomar terapia recomendable, pero no para usar como argumento para violentar

Resistencias generacionales sobre la salud mental.

Sin duda uno de los temas más referidos en los últimos años, es el de procurar la salud mental y tener responsabilidad afectiva en todas nuestras relaciones interpersonales que en términos prácticos, es mantener interacciones responsables, consientes y empáticas con los sentimientos tanto de uno como con las personas con las que nos relacionamos. Sin embargo actualmente y más en redes sociales podemos ver como esta corriente que en un inicio fue buena ahora se está radicalizando para quien se asume responsable afectivamente o toma alguna terapia con un profesional de la salud mental pese a no estar dado de alta sea cual sea el motivo que lo llevo a un consultorio.

Por otro lado, también hay quien se resiste y victimiza a estas nuevas corrientes que buscan relaciones sociales y personales sanas, pues asumir responsabilidad sea cual sea el área que fuera es perder privilegios y dejar de normalizar ciertas conductas que ahora se vislumbran como violentas pero que antes eran el pan de cada día.

Es por ello que si me lo permiten me gustaría compartir algunas ideas sobre las terapias y sobre la responsabilidad afectiva, primero se debe de dejar de estigmatizar a quien toma terapia o a quien quiere tener relaciones afectivas, sociales y emocionales no dañinas, segundo quien está en este proceso de deconstrucción debe entender que es un camino largo y que si o solo si el profesional de la salud que te atiende puede o no decirte si tu comportamiento va mejorando o no, asumir lo contrario no solo genera el efecto no deseado sino que permite desde el ala del privilegio y desde el punto subjetivo de la persona calificar comportamientos buenos o malos, lo cual también es violento, es mejor poner límites a relaciones que no funcionen antes de intentar corregirlas solo porque se está en terapia. Tres, el proceso de acudir con un profesional de la salud mental es una decisión personal por lo que el usuario, usuaria o usuarie debe decidir cuándo es el momento para hacerlo.

Es verdad que los choques intergeneracionales están a todo lo que da, pero también se debe entender y comprender que las personas que se resisten a estos nuevos conceptos llevan años viviendo y asumiendo como normal todo el daño que incluso sistemáticamente se promovió en medios de comunicación, religión, sociedad y otros tantos sectores, por poner un ejemplo el patriarcado y las novelas donde aún perdura la relación entre dolor y amor y el como para buscar la felicidad se tiene que pasar por momentos desagradables y en los que la nueva ola de responsabilidad afectiva nos dice que frenemos por considerarlos tóxicos para nuestra autoestima, nuestra mente y sentimientos.

Cabe señalar que aun siendo consientes y practicantes de las relaciones sanas siempre habrá quien pueda lastimar o salir lastimado de una interacción social, por lo que la recomendación es, si ya se eligió este camino como forma de vida, buscar siempre la deconstrucción continua para derribar los muros de las relaciones toxicas.

 

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