La falsa seguridad de los destinos turísticos LGBTTTIQA+
Aunque México se le reconoce varios destinos turísticos como gayfriendly dónde la comunidad diversa puede acceder a ciertos espacios, paquetes y servicios la idea de seguridad es solo una pantalla, la realidad es que solo se busca atraer una ganancia económica y que en los hechos la inclusión no se puede sostener.
Recientemente haces unos días surge el caso de las playas Oaxaqueñas en específico Zipolite, destino que es de los más visitados por hombres gay, durante una caminata una pareja fue atacada por dos hombres y que culmino en la agresión física que requirió sutura de 7 puntos en la cabeza de una de las víctimas.
Desde que nos hicimos visibles hasta nuestros días, la diversidad sexual subsiste y resiste en pequeños guetos u oasis donde se puede convivir y socializar, pero que fuera de estos espacios la discriminación está a la orden del día.
Cómo lo hemos repetido en muchas ocasiones en este espacio el verdadero cambio debe ser cultural, aunque en mucho ayuda las reformas a las leyes. En los últimos días la sociedad en general se pregunta sobre el desempeño de las autoridades policiacas y si es necesario hacer un cambio estructural y de estrategias para garantizar la seguridad de la ciudadanía.
Pues la policía ni es preventiva, ni investigativa, cuando se acude a realizar una denuncia son pocos los casos que llegan a ser resueltos o en un principio investigados, más aún cuando se tratan de delitos dirigidos a la diversidad sexual, pues a falta de la tipificación de varios de los casos las instituciones se ven impedidas para realizar su labor.
Justo esta semana se anunciaron por parte del gobierno federal cambios en el sector educativo, mejorar salarios a docentes y actualizar los libros de texto gratuito, por lo que es una oportunidad inmejorable para incluir temas de educación sexual, derechos humanos y de la comunidad LGBTTTIQA+entre otros muchos e importantes temas.
El camino de la información es el único que genera un cambio palpable y duradero, para que las generaciones dejarán de discriminar a las personas de piel oscura se requirió un cambio en las leyes, pero la transformación de condiciones tomo generaciones pues estas recibieron educación de que todas las personas tienen los mismos derechos, también fue necesario que en la vida cotidiana cambiaran las reglas de convivencia, dónde todas las personas podían acceder a lugares y servicios por igual.
Por mucho que se aplauden los espacios inclusivos hay una trampa lingüística que conlleva dichos lugares, pues la verdadera inclusión es que una minoría pueda acceder a todo lugar donde coexisten las mayorías, si solo hay espacios exclusivos para ciertas poblaciones lo que en realidad se hace es vivir en jaulas que nos siguen manteniendo en el closet de cristal que no queremos ver.
¡Nos leemos la próxima semana querido lector un abrazo!
Leo Espinoza, abogado, activista, conductor, político y orgullosamente gay.