Redacción
Las autoridades federales identificaron al rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, como un centro de adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), donde se reclutaban y entrenaban nuevos integrantes de la organización criminal. El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, informó que el lugar contaba con infraestructura destinada a la preparación de los reclutas, incluyendo una pista de entrenamiento y otros elementos utilizados para su integración al grupo delictivo.
En relación con versiones que señalaban que el predio también funcionaba como un centro de exterminio, García Harfuch aclaró que la Fiscalía General de la República (FGR) será la encargada de determinar si en el sitio existían restos humanos y establecer su procedencia. Actualmente, la Fiscalía de Jalisco mantiene bajo resguardo el lugar mientras continúan las investigaciones.
Como parte de las acciones contra el CJNG, las fuerzas de seguridad lograron la captura de José Gregorio «N», alias «El Lastra», señalado como el responsable del reclutamiento de jóvenes para el centro de adiestramiento en Teuchitlán. Según las indagatorias, este individuo trabajaba bajo las órdenes de Gonzalo «N», alias «El Sapo», considerado un cabecilla regional de la organización en Jalisco, Nayarit y Zacatecas.
Las investigaciones revelaron que el reclutamiento se realizaba a través de anuncios falsos en redes sociales, principalmente TikTok, donde se ofrecían empleos con sueldos atractivos. Se identificaron al menos 39 perfiles utilizados para captar a las víctimas, los cuales fueron eliminados por la Policía Cibernética.
Los interesados en estas ofertas de trabajo eran citados en centrales de autobuses y trasladados al rancho Izaguirre, donde se les despojaba de sus pertenencias, incluyendo sus teléfonos celulares. Una vez en el lugar, recibían uniforme, botas tácticas y eran sometidos a un entrenamiento que incluía el manejo de armas de fuego y pruebas de resistencia física. El adiestramiento duraba aproximadamente un mes y, según sus habilidades, se les asignaban funciones dentro del grupo criminal en distintas regiones del país.
Las personas que intentaban escapar o se negaban a participar en las actividades del cártel eran sometidas a golpes, secuestro y tortura. Estas prácticas fueron reveladas a partir de la detención de «El Lastra» en la Ciudad de México, quien proporcionó información clave sobre el funcionamiento del centro de adiestramiento.
Antes de su captura, José Gregorio «N» se reunió con Gonzalo «N» en Puerto Vallarta, donde recibió la orden de cesar las actividades de entrenamiento. Posteriormente, se trasladó al municipio de Tala, Jalisco, y después a la Ciudad de México con la intención de evadir a las autoridades, pero fue localizado y arrestado.
