Redacción
El jueves, las autoridades estadounidenses arrestaron a Ismael «El Mayo» Zambada y a Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, en una operación en El Paso, Texas.
Los dos fueron detenidos tras llegar en un avión a la ciudad. Las circunstancias exactas de cómo llegaron a ese punto siguen sin estar claras.
Zambada, de 76 años, es reconocido como uno de los traficantes de drogas más influyentes en la historia de México y cofundador del Cártel de Sinaloa junto con «El Chapo». Después de la extradición de «El Chapo» a Estados Unidos en 2017, donde cumple una condena de cadena perpetua, el control del cártel pasó a manos de sus cuatro hijos, conocidos como «Los Chapitos».
«Los Chapitos» se han convertido en importantes exportadores de fentanilo hacia Estados Unidos. Esta sustancia ha sido señalada como la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 45 años, y su tráfico ha aumentado significativamente en los últimos años.
La relación entre «El Mayo» y «Los Chapitos» ha sido tensa desde la extradición de «El Chapo», y se teme que los recientes arrestos puedan generar inestabilidad o violencia en México. La lucha interna por el control del Cártel de Sinaloa podría intensificarse con estos eventos recientes.
En febrero, fiscales federales estadounidenses acusaron a Zambada de conspirar para fabricar y distribuir fentanilo.
La DEA había ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares por información que condujera a su captura, subrayando la importancia de su arresto para las autoridades estadounidenses.