REDACCIÓN, Junio 5, 2020.- Rusia enfrenta dos emergencias: la epidemia de coronavirus y el derrame de 20 mil toneladas de combustible en las aguas de los ríos Daldykan y Ambarnaya —ubicados en Siberia. Ante este desastre, el gobierno de Vladimir Putin decretó el Estado de Emergencia a nivel federal.
Aunque los ríos Daldykan y Ambarnaya no cuentan con tomas de agua, el Ministerio de Emergencias y Vladimir Putin han puesto especial atención en que la planta de energía de la NTEK —subsidiaria de la compañía minera Nornickel— asuma las consecuencias del accidente mientras el gobierno trabaja a contrarreloj para evitar que el material tóxico continúe su avance por los cauces de estos ríos.
El accidente se registró el 29 de mayo, cuando un depósito de combustible se derrumbó en la planta de energía de la NTEK (Norilsko-Taimýrskaya).
De acuerdo con los reportes, uno de los tanques se debilitó —después de que se asentara el suelo por debajo de la construcción—, cayó y derramó el combustible.
as consecuencias fueron visibles de inmediato: el combustible diésel se filtró en los ríos Daldykan y Ambarnaya, el color del agua cambió peeeeero las autoridades de Rusia se enteraron de este accidente dos días después.
Este hecho exacerbó al gobierno de Vladimir Putin, que cuestionó de manera severa al jefe de la NTEK y de inmediato inició una investigación contra la compañía —pues Rusia ha sufrido las consecuencias de desastres causados por el hombre, como Chernóbil.
Ahora, el plan de Rusia es que con el decreto de Estado de Emergencia se destinen los recursos necesarios para limpiar el área, ubicar cómo se propagó el combustible y recolectar los productos derivados del petróleo, la tierra y el agua contaminada.
¿Qué pasará con la compañía? El comité de investigación de Rusia lleva a cabo tres investigaciones sobre el accidente y hasta el momento las autoridades han detenido a un empleo de la planta de energía.