REDACCIÓN, Brasilia, 16 Dic.- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró esta mañana que el pedagogo Paulo Freire era un “energúmeno” y agregó que la televisora educativa nacional, TV Escola, “deseduca” a la población, informó el sitio brasileño G1.
El presidente apuntó que lo que transmite el canal es “totalmente de izquierda” e impone la “Ideología de género”, por lo que el gobierno no pagará más por ello.
Remarcó que en los pasados 30 años los brasileños se han formado bajo la filosofía de Paulo Freire, “ídolo enérgico de izquierda” a quien también llamó endemoniado, informó el diario digital local metropoles.
Bolsonaro aseveró que en 10 o 15 años la audiencia de los programas que transmite actualmente la televisora se verán influenciados y el gobierno no pagará por este tipo de educación.
En charla con algunos de sus seguidores el presidente anunció que el Ministerio de Educación no renovará el contrato del canal público, que tenía un costo de alrededor de 350 millones de reales, unos 86 millones de dólares.
Apuntó que buscarán otra productora que realice programas con los que el gobierno encuentre más afinidad o lo destinarán a otros contenidos.
El presidente relacionó a TV Escola con los resultados de la última prueba internacional de educación PISA, ya que según su declaración el país obtuvo el último lugar, aunque en este año Brasil obtuvo un mejor puesto que Argentina, Perú, Panamá y República Dominicana en todas las pruebas y en lectura obtuvo el lugar 57 de 79 países evaluados, informó La Folha de S. Paulo.
En 2018 el Ministerio de Educación retiró el nombre del pedagogo brasileño al premio Honor al Educador y eliminó la Plataforma Freire, para poco después reinstaurarla como “Plataforma de educación básica”
Paulo Freire fue uno de los pedagogos más relevantes del siglo XX, en su país y en el continente americano. Su método, llamado pedagogía del oprimido, ha sido empleado para la alfabetización de personas en todo el mundo.
Inició sus estudios y la aplicación de su método en Brasil, con un grupo de pedagogos, pero poco después del golpe militar de 1964 fue perseguido político y se refugió en el extranjero, colaboró en la universidad de Harvard y en Suiza para la creación de programas educativos.
En 1980 regresó a su país y en 1986 la UNESCO le otorgó el premio Paz y Educación.