Redacción
La muerte de Brayan Isidro Zarco Rivera, estudiante de la Escuela Normal Rural de Tenería en Tenancingo, reveló un ambiente de abuso y desprotección en la institución. Este caso expuso la falta de acción de las autoridades internas ante las denuncias que se han presentado sobre violaciones a los derechos humanos dentro del plantel.
Brayan, originario de Puebla, murió durante lo que parece haber sido una novatada organizada por el Comité de Estudiantes de la escuela. Su cuerpo fue dejado fuera de las instalaciones, lo que generó preocupación sobre las prácticas al interior del plantel. A raíz de este incidente, salieron a la luz otros casos similares que afectan a los alumnos de nuevo ingreso.
Un estudiante, identificado como Luis “N”, relató en una carta dirigida a la Comisión Estatal de Derechos Humanos las condiciones que enfrentó al llegar a la escuela. Describió cómo, después de un viaje de 10 horas desde Puebla, lo mantuvieron de pie e incomunicado hasta el día siguiente, sin acceso a comida ni a descanso adecuado.
Posteriormente, habría sido obligado a realizar diversas actividades bajo condiciones adversas y, al final del día, se le devolvió su teléfono móvil, tras firmar una carta que eximía a la institución de responsabilidad durante las novatadas.
A partir de estos eventos, autoridades oficiales han solicitado a las instancias educativas que intervengan y garanticen un entorno seguro en la Escuela Normal Rural de Tenería. También se pidió una supervisión por parte de los Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM) para verificar que se cumplan estas indicaciones.
Se espera que estas acciones impulsen un cambio en las condiciones al interior de la escuela, para evitar que se repitan situaciones como la que cobró la vida de Brayan Isidro Zarco Rivera.