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Cada vez más los ecosistemas sufren por la introducción de insectos dañinos procedentes de otras áreas. Un grupo internacional de científicos propuso usar plantaciones blancas de árboles para descubrir oportunamente organismos dañinos antes de que se propaguen.
Los científicos de 19 países participaron en el desarrollo de esta nueva metodología. Se recomienda usar tales plantaciones en las regiones y países que exportan grandes volúmenes de plantas arbóreas y productos vegetales. Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista NeoBiota.
«Hemos propuesto usar plantaciones de dos tipos, en vista de la región de origen del material de plantación. En el primer caso, en las plantaciones se cultivan plantas arbóreas locales para el país exportador que tienen valor económico en el mercado internacional», explica una de las coautoras de la investigación y docente del Instituto de Ecología y Geografía de la Universidad Federal de Siberia Natalia Kirichenko.
La docente señala que tales plantas suelen exportarse con fines de arborización y diseño paisajístico (por ejemplo, bonsáis). En el segundo caso, se trata de las plantaciones de arbolitos o plantas maduras locales para el país importado.
Según la científica, las plantaciones de este tipo pueden atraer a insectos dañinos locales capaces de cambiar preferencias alimentarias y centrar la atención en los huéspedes, es decir, las plantas que no tienen resistencia ante nuevas plagas y que, por tanto, no pueden contrarrestarlos.
Las plantaciones del segundo tipo incluyen jardines botánicos y arboretos en los que está recogida una amplia gama de especies de árboles introducidas (impropias para la respectiva área) que pueden servir también como blancos para los insectos locales.
«Un diagnóstico oportuno ayudaría a evitar la catástrofe ecológica en la costa del mar Negro de la región del Cáucaso [Rusia], donde mueren actualmente arboledas enteras de la especie endémica de Colchis de boj», declaró Kirichenko.
Los autores elaboraron protocolos universales en los que figuran todos los pasos a seguir: desde la búsqueda de especies dañinas de artrópodos (insectos y garrapatas, por ejemplo) y fitoparásitos (hongos patógenos, bacterias y virus que provocan enfermedades de plantas), hasta el establecimiento de taxones con el uso de métodos morfológicos, moleculares y genéticos.
Estos enfoques ayudarán a detectar con eficacia las especies de plagas que empiezan a causar daños a las plantas introducidas en el medio ambiente como blancos especiales.
El proyecto se realizó en el marco del programa de la UE COST Action FP1401 de detección y prevención anticipada de plagas ajenas en plantas arbóreas. La participación de la parte rusa fue parcialmente financiada por la Fundación Rusa de Investigaciones Fundamentales.
