Por Julio A. AGUIRRE
* Muy poca…seriedad.
* El que se mueva…
* Gran obligación
de poderes.
El destino es el que baraja las cartas pero nosotros somos lo que jugamos. William Shakespeare
Somos un pueblo de usos y costumbres de las cuales, como mexicanos, debemos sentirnos orgullosos. Lástima que esos usos y costumbres las asimilen los políticos de todos los colores y siglas partidistas. Ahí es donde la puerca tuerce el rabo.
Existen funcionarios públicos que no han podido acabar con la pobreza de sus comunidades, municipios y/o estados y ya están pensando en «acabar» con la miseria, inseguridad, desempleo, etcétera de todo un país.
No caminan firmes y fuertes cuando ya piensan en hacer galopar el caballo hasta ganar la carrera presidencial.
Más que increíble resulta irresponsable que a punto de acabar el 2015 varios interesados por verse en las boletas del 2018 andan hablando, manejando o realizando estrategias y encuestas donde, según, van arriba en la preferencia ciudadana, y se ven y sienten dueños de la banda presidencial.
Un juego tramposo donde se pretende engañar a la sociedad, como si esta acabara de abrir los ojos.
Cuando un diputado tiene en mente ganar la alcaldía, cuando el presidente municipal busca la gubernatura, o cuando el gobernador busca la presidencia quiérase o no hay distracción en sus compromisos y obligaciones. La sociedad votó por ellos para que cumplan hasta el último minuto de su administración con lo prometido durante sus campañas.
Legítima aspiración de aquel que busca culminar su carrera política siendo el número uno del país; sin embargo, la mejor preparación para tal fin es pensar y actuar en la obligación y compromiso para aquello que fueron electos. La mentalidad futurista no es pecado; sin embargo, no hay buen futuro sin un convincente presente. No entienden -más bien no quieren aceptarlo- que en política, en segundos lo rojo se vuelve azul, que dos y dos no siempre suman cuatro.
Hablar de encuestas favorables en pleno 2015 rumbo al 2018, nos parece, insistimos, una irresponsabilidad y una falta de respeto para el pueblo, a quien le desagrada que su diputado, alcalde o gobernador busque espacios a nivel federal antes que el casero.
¿Al que madruga Dios lo ayuda?, depende. No por mucho madrugar amanece más temprano. En política esta máxima es muy común. Tranquilos señores porque el que se mueve no sale en la foto.
PODERES
Cuando bebas agua, recuerda la fuente. Proverbio chino.
La llegada de Sergio Javier Medina Peñaloza a la silla principal del Poder Superior de Justica, le devolvió el poder que en un momento llegó a ceder, inexplicablemente.
Medina Peñaloza tuvo el gran tino de rodearse de personajes que saben y entienden la importancia de poner al tanto a la ciudadanía vía medios de comunicación. El Poder Judicial en el Estado de México ha vuelto a tener, voz, voto, vida, respeto, interés y lo más importante, justicia.
Se impartirá una justicia transparente y de calidad sólo si se brinda atención cercana a los mexiquenses, aseguró Sergio Javier Medina Peñaloza reiterando su compromiso y obligación para con la sociedad más desprotegida.
Pongamos ahora la vista en otro edificio con igualdad de importancia para la sociedad: El Poder Legislativo.
Cruz Juvenal Roa Sánchez, presidente de la Junta de Coordinación Política, reconoció la construcción de grandes consensos y acuerdos por parte de los diputados de todos los grupos parlamentarios representados en la LIX Legislatura mexiquense, y los convocó a seguir trabajando por el bien de los ciudadanos «sobre todo por la gobernabilidad y la democracia del Estado de México», como en los dos primeros meses de ejercicio constitucional», dijo.
Vecinos de edificio hay gran similitud entre Sergio Javier Medina Peñaloza, presidente del Tribunal Superior de Justicia, y Cruz Juvenal Roa Sánchez, presidente de la Junta de Coordinación Política. En ellos recae la obligación y compromiso de regresarle a la sociedad la credibilidad que ambos poderes han perdido. Labor titánica, ni dudarlo.
Tal vez lloré o tal vez reí/ tal vez gané o tal vez perdí/ ahora sé que fui feliz y si lloré también amé, puedo seguir hasta el final… A mi manerA.
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