REDACCIÓN
Las Águilas del América estuvieron a escasos seis minutos de caer ante los Bravos de Ciudad Juárez, pero gracias a un certero cabezazo de Sebastian Viñas al minuto 86, rescató el empate 1-1 y llegará al Clásico Nacional sin conocer la victoria en las últimas seis actuaciones.
El cuadro de Coapa tuvo un inicio de partido cauteloso, pero conforme fue avanzando el reloj se volvió un poco más ofensivo, pues fue al minuto cuatro, cuando los de Coapa crearon la primera oportunidad clara de gol en los botines de Giovani Dos Santos, quien fue pillado en fuera de lugar, lo que hizo que el árbitro anulara el tanto que los azulcremas ya vitoreaban en la tribuna.
Pero Juárez tuvo una bravía reacción y al minuto 10 concretó la primera anotación del partido por medio de un remate de Diego Rolán, quien remató con la cabeza dentro del área chica de Memo Ochoa.
La reacción del América vino de inmediato, y al minuto 11, cuando todo aún era felicidad en la gradería, vino nuevamente Giovanni, quien quedó solo frente al portero, pero cruzó su disparo, el cual salió desviado del poste izquierdo de Vázquez.
América cayó en desesperación y sus ataques se volvieron erráticos, pues los azulcremas tenían en la mente los cinco juegos que tiene sin ganar y mostraron más preocupación por no recibir el segundo gol que el buscar atacar la portería de Juárez.
En la segunda mitad los ataques de ambos cuadros fueron muy espaciados y conforme avanzaba el reloj, la desesperación de los de Coapa por no lograr el empate los hizo que cayeran en muchas imprecisiones.
Al 78, Miguel Herrera hace ingresar al terreno de juego al Federico Sebastián Viñas por un Dos Santos que no concretaba las jugadas, y el cambio le vino bien al América, que de inmediato comenzó a atacar más.
Fue hasta el minuto 86, cuando el América logró el gol de la igualada, gracias a un tiro con la zurda de Viñas que cruzó al portero Vázquez para empata el cotejo para las Águilas.
Ya en tiempo de compensación, Memo Ochoa salvó su meta al desviar un tiro directo que amenazaba con clavarse en su portería, pero el guardameta mexicano le metió bien las manos al balón y lo desvió, para que éste pegara en el poste y así salvar al América.
