Alfonso Faure
Bienvenidos a mi primera columna, es un gusto poder compartir mis primeras líneas con ustedes, queridos lectores.
La invasión eléctrica de los automóviles y la movilidad en general hacia nuestra sociedad es un hecho que, por mucho que nuestras autoridades aún no lo quieran creer, ya no se puede detener. La electrificación global se está dando por muchas razones, que van desde las ecológicas hasta las sociales; por lo que más vale comenzar a entenderlos que seguramente tu próximo carro y el mío tendrán cierto tipo de electrificación por dentro. Este tipo de vehículos se puede dividir en cuatro tipos diferentes:
- Mild-hybrid o hibrido suave: Este tipo de sistema es el primer paso hacia el futuro de los automóviles, se trata de conectar un pequeño motor eléctrico, normalmente de 48V a la transmisión o después del motor de combustión para darle un pequeño boost o apoyo al motor principal y ahorrar combustible.
- Vehículo Híbrido: Este es el sistema “convencional” en el que se tiene dos tipos motores, uno de combustible y otro eléctrico; ambos motores están conectados a las ruedas.
- Vehículo Híbrido Enchufable: Como su nombre lo indica, este tipo de vehículos se pueden conectar a la corriente utilizando un cargador en tu casa (similar a conectar tu celular a la pared) o utilizando los cargadores que existen en diferentes lugares públicos; mientras que también pueden utilizar su motor de combustión para moverse. La diferencia principal con el de arriba es que las baterías de éste normalmente son más grandes y por lo tanto tienen un mayor rango.
- Vehículo Eléctrico: Finalmente, estos automóviles solamente tienen un motor eléctrico acoplado a una batería de gran tamaño y requiere conectarse a la corriente para recargarse. No utiliza gasolina y por lo tanto no produce ningún tipo de gas nocivo.
Como podrán observar, hay mucha variedad y es importante entender a detalle el funcionamiento de cada uno de los diferentes sistemas. Por el momento y el tipo de infraestructura que tenemos en México, yo recomiendo comprar un híbrido (en cualquier de sus versiones); siempre y cuando, tengamos un cargador en casa para sacar provecho del enchufable y así, ahorrar en gasolina, reducir los gases de efecto invernadero y tener la estampita verde en nuestro coche..