POR Tonantzin ROMERO
Con el comienzo de algunas de las actividades económicas por el cambio de nivel a semáforo naranja en algunas entidades del país y de la permanencia del semáforo rojo en el Estado de México, debemos comenzar a cuestionarnos, con mayor ahínco, ¿Qué podemos hacer para mejorar la situación? La realidad es que no todos pueden seguir en confinamiento y que algunas personas deben continuar trabajando; sobre todo si sus labores pertenecen al sector esencial.
Lo que podemos hacer para comenzar a mejorar la situación es adoptar nuevos hábitos, los que nos han estado repitiendo hasta el cansancio, como lavarnos las manos frecuentemente; usar cubrebocas de forma correcta: no usarlo más de 1 vez si es desechable, incluidos los de uso rudo; evitar tocarnos la cara cuando salimos; mantener una distancia de al menos 1.5 m entre personas. Incluso adquirir buenos hábitos de estilo de vida como: comer sano, hacer ejercicio, beber agua pura, tomar en cuenta la opinión de los profesionales de la salud y el eslogan de “Chécate, mídete, muévete”; porque ya es momento de que todos nos tomemos en serio nuestra salud y la de las personas que nos rodean.
La verdad es que, si seguimos esforzándonos, lograremos acostumbrarnos a hacer cosas a las que creímos que no nos acostumbraríamos, ya sea limpiar y desinfectar la despensa cuando llegamos a casa o nos la entregan, a limpiar el interior del automóvil con mucha mayor frecuencia, a asear profundamente los objetos que usamos cotidianamente, incluso a aprender a saludarnos de formas que evitemos el contacto directo, a lavar la ropa de cama más seguido, en fin, nos habituaremos a ser más cuidadosos con nuestro entorno y su limpieza.
Actualmente aprendimos a no mezclar artículos de limpieza de forma inadecuada o dañina, que para desinfectar adecuadamente no se necesitan más cosas que agua, jabón, un poco de alcohol, 10 ml de cloro por litro de agua, algunos trapos viejos, jergas y guantes; para evitar dañar de más nuestras manos.
Sé que todo lo que los expertos nos recomiendan parece complicado, tedioso y desesperante, pero nos vamos a acostumbrar a hacerlo, llegará el momento en el que lo hagamos sin darnos cuenta, se convertirán en hábitos y nos beneficiarán mucho.