POR Sergio MACEDO GONZALEZ
Una oportuna intervención en un momento de crisis emocional puede prevenir enfermedades mentales graves, incluso salvar vidas al evitar un suicidio, desafortunadamente en México existen pocos programas e interés por promover la capacitación en primeros auxilios psicológicos derivado de un atraso histórico en materia de promoción de la salud mental, la cual sigue siendo un tabú en el país.
Los primeros auxilios psicológicos (PAP) se refieren al acompañamiento psicoemocional que recibe una persona en un momento de crisis, lo que le permite reestablecerse luego de un evento inesperado o un desenlace adverso, como podría ser la muerte de un familiar o amigo, un asalto, enterarse de una enfermedad terminal, un accidente, una ruptura sentimental, caer en un estado de vulnerabilidad luego de una inundación, un temblor, un incendio, es decir cualquier evento que desestabilice la paz y tranquilidad del individuo.
Viridiana Vieyra Ramos, psicóloga egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México detalla que el trabajo de los especialistas en PAP es vital como la de un primer respondiente en primeros auxilios capacitado para brindar los primeros cuidados a una persona que sufre un accidente o presenta una enfermedad repentina hasta que recibe atención especializada; pues cuando una persona sufre un episodio que altera su estabilidad, cae en un estado temporal de desorganización de emociones o pensamientos que si salen de control podría poner en riesgo su vida o la de los demás
Desde hace 17 años la especialista participa activamente en el Programa de Intervención en Crisis, el cual se funda en 1997 dirigido por el Mtro. Jorge Álvarez Martínez, iniciativa que surge después de que en el año 1985 un grupo de profesores y alumnos dejaron las aulas y cubículos para salir a la calle a atender a las víctimas de los terremotos ocurridos en el entonces Distrito Federal que presentaban crisis emocionales, además de brindar acompañamiento a los familiares de los cientos de fallecidos.
Derivado de esa tragedia el tema de la Protección Civil tomó una gran importancia en el país, desde ese momento se trabajó en la creación de un sistema que diera respuesta a la ciudadanía en caso de un desastre natural y otros fenómenos que pusieran en riesgo a la población, sin embargo, el tema de los primeros auxilios psicológicos se mantuvo al margen, explica Vieyra Ramos.
Aclara que los PAP no sustituyen la atención psicológica especializada, pues se trata de una intervención temporal que se puede brindar en el lugar de la crisis, a distancia, por medio de una video llamada o vía telefónica con la finalidad de ofrecer acompañamiento psicoemocional en caso de una situación que altere la estabilidad de las personas; la intención es calmarla, escucharla, ser empático, y para ello no se requiere un título en psicología, cualquier persona con la capacitación adecuada es capaz de hacerlo.
Pese a la importancia de los PAP, en el país no se le ha dado importancia a la capitación de interventores en crisis, solo se habla de ello cuando ocurre una desventura que atrae la opinión pública, no obstante no se ha consolidado la creación de programa nacional de adiestramiento de especialistas en primeros auxilios psicológicos que actúe en coordinación con los cuerpos de emergencia para el restablecimiento de la parte emocional ante una crisis, ya que de no hacerlo se puede generar un problema psicológico grave como depresión, estrés post traumático, consumo de sustancias, entre otros, comenta la universitaria.
A pesar de las adversidades, organizaciones como Psicólogos Sin Fronteras, y la propia UNAM a través de su Programa de Intervención en Crisis, entre otras, le han apostado a la capacitación en PAP, sin embargo, la demanda de interventores en crisis en el país es alta, pues los retos en atención psicológica cada vez son mayores, la gente busca apoyo, orientación, una palabra de aliento que les ayude a enfrentar su realidad y no claudicar en el intento.
Procurar la salud mental es una tarea de todos, sociedad civil, profesionales e instituciones deben conjuntar esfuerzos, de lo contrario se deja de lado un engrane esencial del concepto integral de salud, entendido como un estado completo de bienestar, físico, mental y social.