POR Hugo Mauricio GARCÍA
Frases sobran cuando de fluir se trata: “En mi último viaje, no estoy seguro de dónde la vida me llevará, las vicisitudes que sucederán; nadie sabe dónde terminará. A medida que la vida vaya cambiando de dirección, yo fluiré con ella.” Katrina Kaif. Actriz
“Cuando eres agradecido – cuando puedes ver lo que tienes – desbloqueas las bendiciones que fluyen en tu vida.” Suze Orman. Autor
Y así puedo seguir copiando citas, lo cual no es necesario, pues ya tenemos la idea fundamental, dejemos que la vida, Dios, el universo o algo superior a nosotros nos dirija al lugar que anhelamos. Si, sí, pero, no, no.
¿De verdad es tan fácil?, ¿Eso es fluir?, siento decepcionarlos en esta ocasión, fluir con el universo es quizá el trabajo cumbre del desarrollo personal.
No puedes fluir si estas atado a tus creencias, no puedes fluir si el ego es quien toma las decisiones, no puedes fluir si la soberbia te ciega, pero sobre todo no puede fluir aquel que no confía.
Fluir es una decisión, por eso tenemos libre albedrio, ¿Qué no?, se nos dio para que hiciéramos con nuestra vida lo que quisiéramos y aun cuando fuimos creados con todas las posibilidades, el juego de la vida nos pide acción para intercambiar la herencia emocional, por la herencia divina y fluir de acuerdo con el designio del Único.
Fluir con el designio del Único significa fluir hacia nuestro más alto ser y ahí esta el truco debemos encontrar en cada etapa de nuestra vida ese “más alto ser”, eso requiere trabajo ese “más alto ser” es un objetivo, es una visión, es una imagen y nuestro deber es hacer a un lado todas las falsas creencias que tenemos de nosotros para poder ver la imagen clara, nítida, transparente de nuestro más alto ser.
Y ya que la encontramos entonces sí, fluyamos, pero hagámoslo trabajando sabedores que cada nueva condición o circunstancia es parte de un proceso que no conocemos, pero el creador, sí. Eso es fluir.
Un líder debe entender que Fluir es vivir en la FE.
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Abrazos, ¡todos!