Por: Leo Espinoza
El 14 de julio de este año se conmemora la visibilidad de quienes se identifican como género no binario, este concepto es utilizado para describir a una persona cuya identidad de género no es ni hombre ni mujer de acuerdo a la Asociación Estadounidense de Psicología.
Cada vez es más común ver en redes sociales, discursos en los que famosas y famosos se identifican como personas no binarias y piden que usen el pronombre “ellos” en lugar de “él” o “ella”, o el famoso “elle” que recientemente la Real Academia Española (RAE) decidió eliminar el pronombre de su sección virtual conocida como Observatorio de Palabras debido a la “confusión que generó», por lo que se prolongara su análisis para su incorporación.
La realidad social siempre va a cambiar de acuerdo a los fenómenos sociales que se vayan generando, es por ello que tenemos que tener en cuenta la diferencia entre sexo y género, pues sexo es una categoría biológica mientras que la otra es un constructo social.
Es por ello que la población no binaria son las que la identidad de género, su expresión y sus roles de género pueden corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Para las y los especialistas apuntan a la abolición del género, es decir que un futuro términos como mujer y hombre desaparecerán, pues al ser un constructo social. Esto tiene su lógica, es decir, algo creado por el hombre puede y debe ajustarse a sus necesidades, a diferencia de los términos biológicos de macho o hembra que al ser una especie más en la tierra si están determinados dichos vocablos por las características físicas del individuo.
La especie humana es compleja y diversa, es por ello que etiquetarla en solo dos opciones es complicado, hay muchas expresiones, maneras de llevar la sexualidad, roles, indumentaria, y demás. Ahora la evolución humana va más allá de vernos comopedazos de carne para la reproducción como la industria cárnica, o de obligar a un comportamiento por unas cuantas letras en tu acta de nacimiento.
Somos más que eso y podemos hacer más que eso, pocas son las personas contentas que por el hecho de ser hombres o mujeres estén obligadas hacer cosas que tal vez no quieren, vivir bajo esa dicotomía es una prisión a las nuevas ideas y posibilidades.
Prueba de ello son las grandes problemáticas sociales alrededor del globo, mujeres que luchan por des etiquetarse que quieren tener control de sus cuerpos, que buscan tener las mismas oportunidades que los hombres, por otro lado la diversidad sexual que está harta de la discriminación solo por como ejercen sus prácticas sexuales. La esclavitud moderna, trata de blancas, robo de órganos, guerra y otras tantas dolencias sociales tienen que ver con el ejercicio de poder que se manifiesta en estar por encima del otro, que en muchos de los casos son violencias ejercidas por hombres.
Dichas conductas tienen un común denominador, el sistema patriarcal que lo hemos escuchado a muchas feministas y si, si existe pero al ser un sistema es poco perceptible, lo vemos en el gobierno, medios de comunicación, sociedad, religión y cuantas esferas se le ocurran, hoy le invito a que imagine un mundo sin etiquetas, más libre, más justo ¿funcionaria?, solo el futuro nos dirá si es lo correcto o no, pero estas reformas en algunos países que ya las aplican tienen sociedades más igualitarias y más pacíficas y no suena mal para como estamos actualmente.
¡Nos leemos la próxima semana querido lector un abrazo!
Leo Espinoza, abogado, activista, conductor, político y orgullosamente gay.