viernes, noviembre 22, 2024
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Madres mexiquense celebran su día de diferentes forma

 

Guadalupe de la Cruz

Dentro del Sistema Penitenciario del Estado de México existen más de 5 mil mujeres que se encuentran privadas de su libertad por diferentes delitos, algunos cometidos conscientemente otros tal vez no, sin embargo, las féminas que son madres celebraran este 10 de mayo de forma muy diferentes a quienes se encuentran gozando de su libertad.

De acuerdo a los datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad del Estado de México alrededor de 22 madres con igual número de hijos -menores de 3 años- se encuentran recluidas y quienes por estar al cuidado de los menores podrán disfrutar de este día en compañía de sus bebés cuidándolos y apapachandolos.

Las 22 mujeres con hijos están distribuidas en los penales de Neza Bordo, Chalco, Ecatepec, Neza Sur, Santiaguito, Texcoco y Tlalnepantla, son 13 niñas y 9 niños, que van de los 2 meses a los 2 años 4 meses y al cumplir los tres años, son entregados a familiares de las reclusas.

FOTO: Juan Hernández

PRESAS

Pero son más las mujeres que también son madres con hijos fuera de los penales y que añoran tenerlos cerca, verlos diario, abrazarlos, hacerles de comer, lavarles la ropa, pero por diversas circunstancias se encuentran recluidas esperando algunas una sentencia y otras cumpliendo ya una condena.

El sufrimiento de muchas se alargó más con la pandemia, pues en dos años las visitas fueron más restringidas, algunas sintieron volverse locas al no poder ver a sus familiares, otras trataron de soportar su estancia concentrándose en las oraciones y otras tantas terminaron resignarse y acostumbrarse.

FOTO: Juan Hernández

CASOS

Como Mirna, quien lleva más de 12 años cumpliendo una sentencia de 22 años por el delito de secuestro y que después de mucho intentar ser madre logró su gran sueño de tener un bebe, mismo que tiene alrededor de un año y que por disposición de las autoridades puede cuidarlo de tiempo completo.

“Mi hijo es mi motor y mi razón para seguir adelante, espero irme con él cuando decidan que tiene que salir de este lugar y sino, bueno quedará al cuidado de su papa mientras termino mi condena, a la cual, le estoy poniendo todo el esfuerzo para poderme ir por buena conducta”, comentó.

Es muy difícil, dijo, estar encerrada porque con las condenas que nos son impuestas a veces muchas llegamos a pensar en el suicidio, pero la llegada de mi hijo me ha regresado la alegria y las ganas de seguir viviendo por él, ya que habian dicho que yo no podia tener hijos.

En mi caso me sentenciaron a 33 años por el delito de secuestro, sin embargo, con la apelación que realizaron mis abogados se logró reducir mi condena a 22 años, de los cuales, llevo purgando 12 años, por lo que espero salir cuando mi hijo cumpla tres años y tenga que salir del penal.

 

FOTO: Juan Hernández

PLANES

Mirana, dijo que desea salir para seguir cuidando a su hijo, llevarlo al parque, a la escuela, a realizar muchas actividades que no se pueden hacer estando encerradas, es mi motivo más grande para salir de este lugar.

La reclusa comentó que antes de llegar al penal le ayudaba a su papá en la venta de diversos productos, ya que es comerciante, “sin duda estoy arrepentida de lo que hice y por lo mismo estoy tratando de enderezar mi vida para darle un buen ejemplo a mi hijo”.

OTROS CASOS

La pandemia de Covid-19 apareció en el 2020 y agarró a todo el mundo por sorpresa obligando a los seres humanos a convivir como nunca antes, a estar confinados por meses, regresando a casa con la esposa, los padres, los hijos provocando la desesperación y muerte de muchas personas.

Este nuevo virus hizo que las celebraciones como el Día de las Madres fueran diferentes, pues las fiestas y reuniones, salidas a restaurantes o de viaje se terminaron, las familias se encerraron, perdiendo empleos, dinero, negocios e incluso a integrantes de la misma.

Entre las personas fallecidas se encuentran muchas madres, quienes dejaron a hijos, esposos, hermanos, etc., quienes no volverán a ser celebradas en este día (10 de mayo).

FOTO: Juan Hernández

MADRES FALLECIDAS

Gladis, una de cuatro hermanas perdió el 6 de agosto de 2020 a su madre, a quien cada año celebrabán con fiesta, regalos, música, pastel y flores, además de que también aprovechaban para celebrar el cumpleaños de una de sus hermanas; ahora solo quedan los recurso y esas flores de cada año las llevan al panteón.

“Desafortunadamente no despedimos a mi mamá como debería, solo la vimos a través de un cristal, abrieron una bolsa negra donde estaba su cuerpo, la vimos unos instantes y nos la entregaron ya dentro de un féretro, tampoco pudimos abrir el mismo porque fue envuelto con plástico y depositado directamente en la tumba; fue muy triste”, comentó.

Y así muchos hijos dejarán las flores en la tumba de su madre, deseando poder verla y abrazarla, sin poder hacerlo y quedándose solo con los buenos recuerdos que tenían antes de que llegara el letal virus.

De igual forma Maricela durante la pandemia perdió a su único hijo y a su marido, ambos padecían de sobrepeso, lo que ocasionó que su salud se agravará y terminarán perdiendo la batalla contra el SARS-CoV-2, dejándola completamente sola.

“La muerte de mi hijo se dio el pasado 13 de septiembre y la de mi marido el 19 de octubre, casi con un mes de diferencia, situación que poco a poco he ido superando, pero que sin duda esta celebración del día de las madres para nada me agrada”, indicó.

MADRES CON HIJOS EN EL DIF

Para muchas otras no ha sido fácil tratar de criar a su hijos y cuidar a su madre enferma por la edad, sin saber a quien darle prioridad, perdiendo así la custodia de sus hijos por maltrato o descuido.

Como el caso de la señora Artemisa, quien cuida su madre de 73 años, quien padece de alzheimer pero descuidó la crianza de su hija Lulú, por lo que las autoridades del DIF de Metepec decidieron recogerla y llevarla a sus instalaciones para que tuviera un mejor desarrollo emocional.

Es así, que Artemisa este 10 de mayo celebrará este día cuidando a su madre y visitando a su hija en las instalaciones del DIF, viviendo entre la espada y la pared sin saber a quién de las dos debe dar prioridad y desgastando fuerzas, sentimientos, dinero y tiempo.

FOTO: Juan Hernández

CELEBRACIÓN CON PANDEMIA

A poco más de dos años de su aparición, el coronavirus provocó que los seres humanos se adaptaran a una nueva normalidad, donde el cubrebocas, el gel antibacterial y la sana distancia fueran ahora parte cotidiana de toda la población.

Por lo que ahora todas las celebración -por lo menos en la entidad mexiquense- tienen que seguir los protocolos de sanidad, aun cuando el semáforo se encuentra en verde y los aforos a restaurantes, cines, tiendas departamentales es al 80 por ciento, los cuidados deben seguir porque el SARS-CoV-2 aun no termina.

ESPECIALISTA

Cristina Jimenez, especialista en psicología dijo que con la pandemia las situaciones familiares se agravaron de forma importante, donde se presentaron decesos particularmente de la madre en una familia, o de la mayoría de los integrantes donde muchos se quedaron solos y lo que menos quieren es celebrar las fechas más significativas para los mexicanos.

A estas alturas, dijo, muchas personas tuvieron la gracia de no perder a nadie de su entorno familiar, sin embargo, la gran mayoría ha perdido por lo menos un ser querido que lo que menos quiere es saber de celebraciones.

Aunque muchos otros están tratando de rehacer su vida, tratando de volver a la normalidad y a dos años de la pandemia lo que desean es poder recuperar su vida de antes, sin embargo, eso sin duda no será posible, “pero hay que tratar de vivir y adaptarse a la nueva normalidad”.

 

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