Urge una agenda estatal dirigida a las poblaciones mexiquenses LGBTTTIQA+
Lejos de las banderas arcoíris en los mítines de ambas candidatas a la gubernatura no hay una postura clara con este sector de la población
Hoy más que nunca no se debe subestimar el voto rosa
El 3 de abril fue el arranque de campaña por la gubernatura del Estado de México, fecha marcada de acuerdo al calendario del IEEM. Y a pesar de que han pasado 9 días, de los cuales se han generado eventos masivos en los que poco a poco las dos candidatas registradas formalmente comparten sus propuestas con la ciudadanía, no hay una agenda que abrace las causas de la diversidad.
Esto implica saber con claridad qué tipo de programas sociales, políticas públicas, planes de acción, protocolos, presupuestos, dependencias y reglas de operación serán las encargadas para materializar lo que se propone en las giras municipales.
El EDOMEX presenta los mayores índices de violencia y discriminación, crímenes de odio, transfeminicidio y muchos males más que aquejan durante décadas a las personas con una orientación sexual e identidad de género diversa, y pese a los avances legislativos que en un 90% se les debe atribuir a la sociedad civil organizada y que no ha mermado esfuerzo alguno por impulsar los cambios legislativos, es necesario también reflexionar que para erradicar dichos males se tienen que ver otros sectores importantes como la salud, el trabajo, la educación y muchos pendientes más.
Pareciese que ser incluyente hoy en día es tomarse fotos con “activistas” que buscan un puesto en el gobierno y posar con una bandera arcoíris como si se tratase de un concierto de algún artista pop, sin embargo, la ciudadanía diversa cada vez más politizada y no partidizada exige de manera formal una agenda que por primera vez resuelva de manera directa las necesidades más apremiantes, pues históricamente han sido considerados por muchos años como ciudadanos de segunda.
Hoy más que nunca no se debe subestimar a la población LGBTTTIQA+ pues no solo representan la cantidad de 490, 000 personas en el estado de acuerdo a cifras del INEGI, sino que tienen un arrastre de voto por las personas que son aliadas de sus causas, ante un crecimiento de la apatía a la hora de votar por parte del electorado y una población diversa cada vez más consiente del valor de su voto, esta puede ser factor para inclinar el triunfo de alguna de las dos candidatas.
Para ponerlo en perspectiva en las elecciones pasadas las coaliciones PRI-PVEM-NA-ES de Alfredo del Mazo Maza obtuvieron 2,040,491 de votos, es decir un 34.73%, mientras que MORENA de Delfina Gómez Álvarez obtuvo 1,871,658 votos representando un 31.86% una diferencia de 168, 833 votos, comparados con las personas que pertenecen a la diversidad que son casi medio millón sería un error político y estratégico dejar fuera a dicha población de las plataformas electorales.
Y es que las cosas ya no son como antes, el INE desde el 2018 permitió que mujeres y hombres trans pudieran votar y hoy en día esa posibilidad también se abre para personas no binarias, además de que las personas diversas entienden que con su voto pueden crear las condiciones para un mejor futuro, así que cuartos de guerra de ambas candidatas ¿Qué esperan para proponer?
