Redacción
En el municipio de Tizayuca, Hidalgo, un puesto de barbacoa fue clausurado después de que las autoridades de Reglamentos encontraran restos de un perro, incluyendo su cabeza y huesos, en una penca de maguey. El negocio, ubicado en una zona conocida como Los Conos, fue inspeccionado por falta de permisos para la venta de comida.
El titular de la Dirección de Reglamentos y Espectáculos de Tizayuca, Enrique Santana Parra, procedió a clausurar el local, lo que generó controversia entre los comerciantes de la zona. Según denuncias, el personal de Santana Parra habría golpeado a los dueños del puesto y detenido a la hija del dueño. Sin embargo, las autoridades negaron estas acusaciones y afirmaron que fueron los dueños quienes los agredieron.
La situación fue informada a la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Hidalgo (Copriseh), que investigará si la carne del puesto era realmente de perro. Ante la clausura, los comerciantes bloquearon vialidades con llantas quemadas y demandaron que no se cerrara el puesto. Acusaron a las autoridades de crear una campaña de desprestigio en su contra.
La presidenta municipal, Susana Ángeles Quezada, aún no ha comentado sobre las acusaciones de los comerciantes ni sobre la supuesta venta de carne de perro en el puesto de barbacoa.