Redacción
En San Sebastián Tutla, Oaxaca, se ha cerrado un Centro de Movilidad Migratoria debido a la percepción de los vecinos y comerciantes locales, quienes consideran a los migrantes como una amenaza para la sociedad. Este cierre ha desatado un debate sobre la tolerancia y la seguridad en la región.
El centro, inaugurado el 25 de septiembre para abordar la problemática de accidentes en la autopista Oaxaca-México que cobró la vida de más de 30 migrantes, ofreció servicios médicos y atendió a más de 15 mil migrantes en su primer mes. Sin embargo, el secretario de gobierno estatal anunció su cierre debido a expresiones de intolerancia por parte de los residentes locales, dejando a miles de migrantes varados en la región del Istmo de Tehuantepec.
Los comerciantes, principales impulsores del cierre, alegaron problemas de suciedad e inseguridad causados por los migrantes, respaldando su decisión en una asamblea. Las quejas incluían la presencia de desechos, la ocupación de espacios públicos y conductas que los residentes consideraban inapropiadas.
Los líderes municipales también expresaron preocupación por la crisis migratoria, destacando el desafío de lidiar con la intolerancia y los conflictos cotidianos entre la población local y los migrantes. Mientras tanto, encuestas recientes muestran que una parte significativa de la población mexicana tiene percepciones negativas hacia los migrantes, considerándolos una carga y abogando por medidas más estrictas, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).