POR Karen Aldama
La mañana del 6 de enero fue llena de magia y sonrisas para millones, gracias a la llegada de los tres Reyes Magos; pero también hubo quienes no recibieron regalos, por el contrario tuvieron que pasar el día trabajando para ayudar a su familia.
Como es tradición la noche del 5 de enero los Reyes Magos visitan las casas de millones de niños para dejarles regalos, como juguetes, ropa, celulares, bicicletas, patines, consolas de video y dulces; los pequeños se levantan temprano con la ilusión de encontrar lo que pidieron en sus cartitas y pasar horas jugando.
El día 6 de enero, Día de los Reyes Magos es para muchos pequeños un día completo de juegos y diversión, salen a la calle o a los parques a disfrutar con su familia de sus regalos.
Pero no para todos hay Día de Reyes, para muchos niños el 6 de enero es un día normal, no hubo juguetes, ni ropa y menos dulces, por el contrario deben trabajar o acompañar a sus padres a trabajar para poder llevar la comida a sus casas.
Como todo niño, Luis, un pequeño de 6 años de edad, quien este 6 de enero acompañó a sus padres a vender dulces y limpiar parabrisas cerca de la zona de la Terminal de Toluca, tenía la ilusión de despertar y ver en su casa algún regalo, pero a decir de sus padres no les alcanza el dinero, pues tienen tres hijos y su situación económica es muy precaria y viven al día, por ello una vez más los Reyes Magos no llegaron a su casa.
Consiente de la situación, Luis mencionó que lo importante es que él y sus hermanos están sanos y no pierden la esperanza de que algún día los Reyes Magos los visiten; él lo único que pide es un carro de control remoto, para su hermana de 5 años una muñeca y para su hermano de 12 una bicicleta.
Así como Luis, mucho niños en el país se quedaron sin regalos, pero con la esperanza de algún día ser visitados por los tres Reyes Magos.
