miércoles, abril 24, 2024

EDITORIAL

En medio de la disputa interna entre las huestes del PRD en el Estado de México quedó atrapada la iniciativa que estaría aprobando, desde el martes pasado, los Matrimonios Igualitarios en el Estado de México. Estaría bien que la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual (LGBT), así como los grupos defensores de la diversidad sexual le preguntaran a un sector del Partido de la Revolución Democrática por qué amagó al gobierno y a la Junta de Coordinación Política con retirar su iniciativa.

El pleito en el PRD está tomando matices de preocupación en la izquierda, pues abiertamente el diputado local del Sol Azteca, Javier Salinas Narváez le dijo a coordinador del grupo parlamentario, Juan Zepeda que “eso era la guerra”.

Y efectivamente, después de ser bajado de la presidencia de la comisión de Finanzas en la Legislatura local, Javier Salinas se comunicó con su compadre Jesús Ortega, quien a las horas siguientes emitió un pronunciamiento de defensa desesperada y acusó a los legisladores de su partido de haber aprobado “en lo oscurito” un endeudamiento para el gobierno del Estado de México.

Según Salinas y Ortega, padres de la corriente Nueva Izquierda, el gobierno del Estado de México metió las manos en la vida interna del PRD, situación que a su juicio habría desatado la ruptura y enfrentamiento con la tribu de Alternativa Democrática Nacional (ADN).

Según nos indican las fuentes consultadas de más alto acercamiento con los liderazgos del PRD en la entidad, Javier Salinas se saltó a su coordinador para negociar directamente con la segunda oficina más importante del Poder Ejecutivo algunas iniciativas y acuerdos que beneficiarían sólo al grupo de Nueva Izquierda. 

Incluso la presión interna de Javier sobre Juan Zepeda fue en el sentido de que si no lo dejaban hacer sus propios acuerdos éste diputado bajaría la iniciativa de Matrimonios Igualitarios (Bodas Gay) que presentó en noviembre pasado. Es decir, el grupo de Salinas Narváez literalmente echó abajo la aprobación de la Ley que avalaría las uniones civiles entre personas del mismo sexo. No fue ni el PAN ni el partido Verde como se ha insinuado.

Así que no se crean que Javier Salinas y Nueva Izquierda son los paladines de la diversidad sexual. Su iniciativa de ley, que pretende también darle el derecho de adopción a las parejas homosexuales, fue negociada por intereses e intenciones que solamente conoce la tribu perredista de Los Chuchos. Por cierto, sería bueno saber si a Jesús Ortega, Jesús Acosta Narango y a Javier Salinas ya les dieron su documento de posesión por aquel predio de muy buena cotización que se agenciaron y se repartieron en Huixquilucan.

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