Por Guadalupe de la Cruz
Elizabeth de 27 años de edad, indígena Matlazinca, del municipio de Temascaltepec fue la joven madre de familia que la madrugada del sábado 5 de agosto salió de la cárcel, después de haber pasado casi 5 años de su vida en prisión.
Con el rosto desencajado y aun incrédula de lo que sucede a su alrededor, la joven mujer prefirió no hablar con los medios de comunicación, pues dijo, que no se sentía preparada para contar lo que vivió en el reclusorio de Otumba, Estado de México.
Sus padres gente humilde del municipio en mención, señalaron que el único deseo de su hija es volver a ser la misma de hace casi cinco años, sin embargo, saben que le costará trabajo porque el tiempo que ha estado encerrada dejó honda huella en su vida.
La mujer matlazinca tiene dos hijas, quienes viven en la Ciudad de México con su papá, y para poder encontrarse con ellas, recibirá ayuda psicológica por parte del DIFEM y el CEDIPIEM, para que el reencuentro no se prolongue más.
Elizabeth aprendió varios oficios durante su estancia en los centros de Readaptación Social en los que estuvo recluida –3 años en el penal de Almoloya de Juárez y casi dos en Otumba- como camisas, pinzas para la ropa y muñecas de trapo, por lo que el CEDIPIEM le apoyara con proyectos productivos que vayan encaminados a realizar los oficios que aprendió.
En su oportunidad Abraham Monroy Esquivel, vocal ejecutivo del Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas de México, dio a conocer que la mujer además ya cuenta con un trabajo, pues fue empleada por uno de sus familiares.
“Gracias a las gestiones que realizadas por el jurídico del CEDIPIEM se logró que Elizabeth pudiera recobrar su libertad bajo fianza, pagando la cantidad de 7 mil pesos, pero tendrá que seguir acudiendo a firmar al penal, demostrar que cuenta con un trabajo hasta que concluya su sentencia”.
