POR Isabel Blancas
La inseguridad ya no distingue ni raza, ni profesión, ni condiciones sociales, edades, religión, género o cualquier diferencia y ha golpeado prácticamente a todos los sectores, incluyendo a los sacerdotes por lo que han dejado de hacer servicios a hospitales u hogares por miedo.
Ante esta situación, se ha pedido a los sacerdotes tener cuidado y tomar sus precauciones para evitar ser víctimas de algún delito, aseguró monseñor Guillermo Fernández Orozco, vicario general de la Diócesis de Toluca, quien mencionó que en Toluca, a pesar de la inseguridad no han tenido que mover o cambiar a sus sacerdotes de iglesias pero en otras diócesis si han tenido que hacerlo.
Mencionó que la zona más complicada en este sentido es la del sur del estado por su condición de cercanía con estados como Michoacán y Guerrero y aunque saben que en otros lugares son vigilados por los llamados “halcones”, aún existe respeto.
Destacó que se han registrado algunos robos a iglesias, sobre todo, lo que buscan los amantes de lo ajeno es el dinero en efectivo y no el arte sacro o algunos otros objetos religiosos.
“No falta quien se lleve algunos lienzos valiosos -que han sido los menos- pero lo que buscan principalmente es dinero, se meten a las iglesias y buscan las alcancías”.
Destacó que se dio el caso en seis iglesias pertenecientes a esta Diócesis que en la noche rompían las puertas solo para llevarse las alcancías porque lo que buscaban era el efectivo.
Para finalizar, destacó que se debe trabajar más en materia de seguridad para evitar que la gente pueda desarrollar su vida diaria con el temor de ser víctima de algún delito.
