Amnistía Internacional (AI) lanzó una campaña para pedir a Ivanka Trump, hija del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que intervenga en favor de mujeres y menores de edad migrantes confinados en centros de detención.
El organismo envió una carta a Ivanka Trump para que visite en especial a las mujeres y niños que están en el Centro Residencial del condado de Berks en el estado de Pensilvania.
En la actualidad, hay 60 bebés, menores de edad, padres y madres detenidos en Berks, uno de los tres centros de detención familiar, que son similares a cárceles, en Estados Unidos. Algunos han sido detenidos por más de 600 días, precisó AI.
“Berks es un claro símbolo de la crueldad del sistema de inmigración de este país. Las mujeres y los niños que viven en Berks huyeron de una violencia espantosa en sus países de origen, sólo para ser puestos tras las rejas en Estados Unidos”, acusó la directora de AI en Estados Unidos, Margaret Huang.
Añadió que los padres detenidos se enfrentan a “una opción imposible: quedarse y correr el riesgo de la violencia o huir a Estados Unidos, con el riesgo de separar a la familia o de criar hijos en la cárcel”.
Por ello, Huang declaró que pedían a Ivanka Trump que preste atención, de primera mano, a lo que estas familias viven mientras buscan refugio en Estados Unidos.
La misiva asentó que “su preocupación por la situación de las madres trabajadoras y los niños en todo el país nos da la esperanza de que usted va a intervenir” por niños que tienen en algunos casos sólo dos semanas de nacidos.
La carta expresó que es necesario actuar para proteger a las personas que huyen de la violencia que ocurre en el Triángulo Norte, que incluye a El Salvador, Guatemala y Honduras, y que es el lugar de origen de la mayor parte de las familias detenidas en Berks.
El Triángulo Norte de Centroamérica es un área ampliamente reconocida por sus niveles extremos de violencia e inseguridad.
“Es inconcebible mantener a las familias vulnerables y obligar a los niños a crecer tras las rejas”, aseguró Huang.
Por ello indicó que centros de detención familiar como Berks deben ser cerrados de manera definitiva.
La activista aseguró que “esta cruel e inhumana política de encarcelamiento de las familias va en contra de los valores compartidos en Estados Unidos de igualdad y dignidad para todos”.
