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En la opinión de Fernando Estévez
La entrega 94 del Oscar celebrada el pasado domingo 27, fue extraordinariamente distinta, con elementos que no habíamos presenciado. A pesar de que ya vimos caídas, fallas en la transmisión, bromas pesadas, el gran error de la premiacion de La La Land, entre otros. Pero nunca nos habían tocado momentos tan incómodos y polémicos como los de esta edición, independientemente de los ganadores.
Primero el caso de Will Smith y Chris Rock, en donde por primera vez en la historia de la premiacion, vimos violencia física en la televisión mundial. En donde una broma pesada de Chris Rock sobre Jade Pinkett, esposa de Will Smith, provocó en Will, una versión que saltó la ficción, y con irá subió al escenario a golpear al comediante, quien reaccionó sorprendido y pensando que era algún montaje.
Minutos más tarde Will Smith recibiría su tan esperado Oscar como Mejor Actor por su actuacion en King Richard, misma que fue recibida con una ovación de pie, que a gusto personal no fue del todo agradable pues nos damos cuenta de que la industria de Hollywood a pesar de su error, le hicieron fiesta.
Cosa que no fue gracia para algunos actores como Denzel Washington, Jim Carrey, Anthony Hopkins, quienes se pronunciaron con mensajes desfavorables para el actor, quien de forma violenta defendió a su esposa, sin saber siquiera si Chris Rock tenía conocimiento de su enfermedad.
Por otro lado ese clase de chistes están mediados a través de los ensayos en donde la Academia decide si está bien o no, y al parecer la presentación de Chris Rock, no fue revisada con anticipación. Su humor ácido y fuera de lugar siempre ha sido característico de él, pero de igual forma si tenía conocimiento de la enfermedad de Jade, no era para burlarse de su situación física, tomándolo a la ligera después de que ella tuviera hasta crisis por la caída del cabello. Por lo tanto podemos concluir que ambas partes tuvieron errores y cosas poco que desear de figuras tan importantes y en una ceremonia tan prestigiosa. Habría que esperar disculpas y atención a esa clase de situaciones.
Otro elemento incómodo fue cuando la comediante y actriz Amy Schumer, presentó al actor nominado Jesse Plemons, quien se situaba junto a su esposa también nominada Kirsten Dunst, a quien Amy levantó de su asiento y le llamo: «llenadora de asiento», de forma despectiva y que estuvo de pie durante aproximadamente 2 minutos. A pesar de que Amy Schumer ha declarado que todo fue planeado y la actriz aceptó realizar la broma, nos quedó un mal sabor de boca e hizo una noche incomoda.
Lo que si quedó desapercibida fue la premiación como tal, los números musicales, los homenajes a las grandes películas como El Padrino, Juno, y Pulp Fiction; en donde la gran ganadora de 6 estatuillas fue Dune, y la que sorprendió a todo el mundo fue CODA, que ganó el Oscar en la categoría más relevante como Mejor Película del 2021, situación que no fue del agrado para la crítica, conociendo que habían películas aún mejores, pero que sin duda hizo historia junto a su elenco.
Sin duda, una entrega muy ácida, incomoda y sorprendente que debemos recordar si o si, como una noche que nos dejó una mala experiencia como espectadores y cinéfilos.
