Las costumbres y tradiciones de los pueblos originarios del Edoméx son un regalo que fortalece la identidad mexiquense, y su preservación es responsabilidad de todos.
Ejemplo de ello, es la labor que realizan las hermanas Angélica y Lilia Reyes Martínez, así como su madre Juana Martínez, quienes crean prendas con bordado mazahua, oficio que han aprendido de generación en generación.
“Somos de la comunidad Felipe Santiago, del municipio de Villa de Allende, Estado de México. Nos dedicamos al bordado textil, mi hermana y yo aprendimos desde los seis años, mi mamá nos enseñó; es nuestra fuente de trabajo y nos gusta mucho hacerlo”, expresó Angélica Reyes.
La puntada es lo que distingue al bordado mazahua del de otras etnias, y el trabajo requiere de mucho esfuerzo visual y precisión.
“El bordado mazahua es muy bonito, me emociona ver cómo va quedando, estoy orgullosa de mi trabajo, es mi fuente de empleo y lo que distingue nuestro bordado es la puntada; hacemos bordado de “lomillo” o “dos agujas”, pero lo hacemos en manta, pepenado e hilvanado, para que quede finito y eso nos distingue de otros”, destacó Lilia Reyes.
Hoy en día, quienes se dedican al bordado han tenido que recurrir a las prendas de innovación, a fin de satisfacer los gustos de los clientes, sin dejar de lado su origen y tradición.
“Hacemos faldas, blusas, pulseras, aretes, rebozos, quexquémetls, hacemos de todo; veníamos haciendo lo tradicional que son las camisas, blusas y faldas de manta y ahorita ya hicimos innovación en las prendas tradicionales de nosotros que es el “yacar” y lo combinamos con la manta o el lino.
“También hacemos bolsas de noche y de día, tarjeteros, lapiceras, los cuadros ya los vendemos con montaje, poco a poco hacemos cosas diferentes para tener mayor venta, pero sin dejar de lado nuestra cultura, nuestras puntadas y nuestro origen. Nos pueden contactar en el teléfono 722-202-3421”, recalcó Angélica Reyes.
El bordado mazahua es un trabajo fino y único, el cual debe ser valorado y apreciado ya que en muchas ocasiones hacer una pieza lleva varias semanas de trabajo, además del material que utiliza y pagarlo al precio justo es la mejor manera de agradecer a los artesanos.