Redacción
Bill Walton, mejor conocido como “Red Baron”, dos veces campeón de la NBA y miembro del Salón de la Fama, ha fallecido a los 71 años debido al cáncer. Su fallecimiento ha sido anunciado por la NBA este lunes, dejando consternados al mundo del baloncesto.
Walton fue un jugador excepcional desde sus días universitarios en UCLA, donde ganó dos títulos de la NCAA y fue tres veces jugador nacional del año. Su actuación más memorable ocurrió en la final de la NCAA de 1973, donde anotó 21 de 22 tiros de campo, llevando a los Bruins a la victoria.
Fue elegido como el primer puesto del draft en 1974, Walton llevó su talento a la NBA, ganando su primer campeonato con los Portland Trail Blazers en 1977 y siendo nombrado MVP de las finales. Un año después, fue elegido MVP de la temporada de la NBA. Y en 1986 alcanzando otro campeonato con los Boston Celtics, desempeñando un rol excepcional.
A lo largo de su carrera profesional, William jugó en varios equipos de la NBA, incluidos los San Diego Clippers, Los Angeles Clippers y Boston Celtics. A pesar de las lesiones que sufrió, Walton dispuso promedios impresionantes y ha dejado una huella significativa en cada equipo en el que ha militado. Sus habilidades tanto en ataque como en defensa lo marcaron en uno de los pívots más completos de la NBA.
Tras su retiro, Walton continuó su influencia en el baloncesto como comentarista, compartiendo su entusiasmo y conocimientos del juego con las nuevas generaciones de la NBA. Su estilo único de narrar añadió una nueva dimensión a las transmisiones deportivas, haciendo que su voz sea inconfundible para los amantes del baloncesto.
Además de su carrera en el baloncesto, Walton fue conocido por su activismo y su amor por la naturaleza. Su apodo «El Gran Rojo» se debe tanto a su melena y barba pelirrojas como a su ferviente apoyo a causas sociales y ambientales. Su personalidad vibrante y su compromiso con la justicia social han inspirado a muchos dentro y fuera del deporte.
La partida de Bill Walton deja un legado de grandeza. Sus contribuciones al baloncesto y su impacto cultural seguirán siendo recordados y celebrados por todos aquellos que han tenido la fortuna de conocer su historia. La NBA y la comunidad del baloncesto mundial lamentan profundamente su pérdida y honran su memoria como uno de los grandes íconos de la NBA y del deporte en general.