Por Lilia González
A través del 4° Pleno Extraordinario del Consejo Estatal del PRD, 115 consejeros avalaron la remoción de Cristian Campuzano Martínez de su calidad de presidente de la Dirección Estatal Ejecutiva del Partido de la Revolución Democrática en el Estado de México, con lo cual, el secretario general, Javier Rivera Escalona, será quien dirija provisionalmente al Sol Azteca.
Los integrantes de la Comisión conformada para la evaluación de la actuación del líder perredista informaron que, si bien buscaron por todos los medios legales que Cristian Campuzano acudiera a comparecer en audiencia para defenderse de las omisiones que se le atribuyen, este no fue omiso a todos y cada uno de los puntos que se le imputaron.
Al someterse a votación su remoción, los consejeros asistentes aprobaron por unanimidad su procedencia y, junto con este, otros dos resolutivos: solicitar a la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE) proceda a requerir información, auditar y verificar los recursos y aportaciones al PRD y solicitar al Órgano de Justicia Intrapartidaria determinar su suspensión provisional de derechos partidarios.
“Se propone al pleno del IX Consejo Estatal del Partido de la Revolución Democrática remover a Cristian Campuzano Martínez de su calidad de presidente de la Dirección Estatal Ejecutiva del PRD en el Estado de México, en tanto se lleve a cabo el procedimiento sancionador de oficio en su contra, que se presenta en el Órgano de Justicia Intrapartidaria, y se resuelva la solicitud que se presenta a la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral para que actúe con fundamento en el artículo 199 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, en la que proceda a requerir información, auditar y verificar los recursos y aportaciones al partido en diversos aspectos”, señaló el dictamen.
Ante lo anterior, de conformidad con lo establecido en los estatutos, será el Secretario General del partido, Javier Rivera Escalona, quien tendrá una temporalidad de 30 días para dirigir al partido, en lo que se avala la sustitución correspondiente.
“Lo que dispuso este Consejo por unanimidad, surte efecto de manera inmediata; lo que resta es integrar el acta, elaborar las firmas de los resolutivos correspondientes y notificárselos. Esto ha sido un acto público, ha sido transparente, lo hemos publicitado en los periódicos correspondientes y, por lo tanto, a partir de este momento surte efecto”, aseguró Rivera Escalona.
A la par, agregó que estiman que entre 15 y 20 días todas las diversas expresiones del PRD puedan integrar una mesa política en la que evalúen perfiles para elegir, si es posible por consenso, a quien será el nuevo dirigente.
“Hay sendas irregularidades y faltas legales que él ha cometido y, lo peor, no acudió en su defensa a la garantía de audiencia que le presentamos a través de la comisión de este consejo, y eso lo incrimina más. La remoción es un repudio político por más de dos terceras partes”, expresó.