POR Marlene SOLANO
Ante la presencia del virus COVID-19, se provocó un cambio drástico en la vida de todos, rompiendo ilusiones y sobre todo impidiendo las “pachangas” que por meses se había esperado para poder festejar por todo lo alto ya fuera un bautizo, unos XV años, una boda, etc.
La Iglesia católica reanudó sus actividades hace una semana luego de que el estado pasó de semáforo rojo a naranja, en donde las autoridades eclesiásticas establecieron autorizar las celebraciones de eventos religiosos, aunque con la condicionante de no realizar ninguna fiesta para evitar la propagación de la enfermedad.
Itzel González Rodríguez es uno de los casos que esperaba ansiosamente su fiesta para poder festejar sus 17 años el día 1 de agosto, su evento fue cancelado por motivos de seguridad ante la pandemia que estamos viviendo.
Itzel, triste porque llevaba varios meses junto con sus padres ilusionados organizando todo para tener una fiesta y un recuerdo al momento de cumplir los 17, tuvieron que aplazar todos los preparativos.
La preocupación de los padre de Itzel y de ella, se centra en los gastos que los padrinos con los que había ya contado como apoyo para tener un evento de la manera más amena posible.
Con un voz triste, ella cuenta que no ha sido fácil debido a que era una ilusión tan grande el poder bailar su vals en compañía de sus chambelanes, que durante unos meses se dedicaron a ensayar cada baile que presentarían y teme que cuando logren poder realizar el evento ellos ya no se acuerden de los pasos para cada canción.
“Nos resulta preocupante, porque no sabemos hasta cuándo se va a poder hacer la fiesta y me preocupa más el gasto que los padrinos hicieron y no se si los adelantos que dieron para el salón, la música, el pastel y otras cosas se los vayan a respetar” comentó Itzel.
La familia ya no cuenta con la misma ilusión que cuando comenzaron a organizar su evento.
“Realmente no tenemos una fecha, a veces creemos que ya no se va hacer nada y tampoco hemos considerado realizar únicamente la ceremonia religiosa, creemos que si se hace así ya no va hacer lo mismo ni la misma felicidad que se puede tener cuando se hace todo al mismo tiempo” expresó.
La familia González Rodríguez espera ansiosamente poder realizar su fiesta lo más pronto que se pueda y que no tengan ningún problema con las personas a las que ya les dieron un anticipo.
Al respecto el vicario de la Arquidiócesis de Toluca Monseñor, Guillermo Fernández Orozco comentó “Se podrán celebrar bodas, XV años y bautismos con número reducido, pero al mismo tiempo de solicitarlo tendrán que firmar un documento donde se comprometen a no hacer fiesta y de no firmarlo y no componerse no se les dará el servicio”.
Siendo este un motivo en la que se reúne más gente, por lo tanto, un riesgo mayor para la propagación de contagios COVID-19.
