POR Alelhi RODRÍGUEZ
El sector restaurantero del Estado de México prevé una reducción en los sueldos, más despidos y sin poder sustentar los aguinaldos de los empleados, a consecuencia de la restricción de horarios por el repunte de contagios por COVID-19, que entró en vigor este lunes 14 de diciembre.
Patricio González Suárez, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes del Estado de México (ASBAR), comentó que con esta nueva medida los negocios no van a aguantar y lamentablemente tendrán que cerrar, lo que conlleva a tener desempleos en los establecimientos que es lo que más han tratado de procurar, pero es complicado con un horario y aforo tan reducido.
Aseguró que la temporada de diciembre, que es cuando se tienen que pagar los aguinaldos a los empleados, les preocupa, ya que la gran mayoría de los empresarios no tendrá la posibilidad de poder dar esta ayuda que tanto le hace falta a sus trabajadores.
Rocío Méndez, empleada de un restaurante en el municipio de Metepec, platicó que desde que inició la pandemia, tuvieron que implementarse jornadas distintas, como descansos entre semana, lo que ha repercutido a su economía.
“Tenemos pérdidas en las ventas y esto se ve reflejado en nuestros salarios, nos mandan a descansar o nos reducen un poco el sueldo, en lo particular, por ejemplo, no trabajo la semana completa, porque me mandan a descansar, hay una reducción de salario por lo mismo de que hay baja venta”, dijo.
Óscar Cuenca, mesero del restaurante, refirió que con esta reducción también, afecta a sus propinas.
Cifras de la ASBAR revelan que de los 76 mil negocios existentes, 10 mil aproximadamente tuvieron que cerrar sus puertas durante la pandemia, lo que propició que 60 mil personas perdieran su empleo de las 300 mil que dependen de este gremio.
“Recordemos que en el sector restaurantero, mucha gente su ingreso principal son las propinas, al quitar un turno completo de los restaurantes, por supuesto que estas van a ser menores y se van a tener que dividir en el número de trabajadores que estén laborando, además de que toda la gente de un turno, digamos que se pudiera quedar en stand by y sin trabajo”, apuntó González Suárez.
La medida implementada en el mejor mes para este sector representa una mala señal.
“Si nos afecta, la gente ya tenía la seguridad de salir y visitarnos y ahora con la reducción de horarios se nota la baja venta, a partir de qué empezamos a abrir cada mes se veía el incremento de la venta, pero, a partir del fin de semana que se dio a conocer la medida se redujo considerablemente”, indicó Rocío Méndez.
El sector restaurantero ha calculado una pérdida de más de 25 mil millones de pesos, desde que inició la emergencia sanitaria, que contemplan incremente en un gran porcentaje con la restricción de horarios y que también afectará a plazas comerciales, tiendas departamentales, gimnasios, cines, museos, teatros y parques.
