* Obispo Chavolla envía circular a iglesias donde pide a feligreses no ofender ni rechazar a homosexuales.
Guadalupe de la Cruz
Luego de los dimes y diretes que se han suscitado entre la comunidad LGBT y la iglesia católica, particularmente, con el obispo de la diócesis de Toluca, a acusa de que presuntamente este último ha querido echar por tierra la reforma al Artículo 4º Constitucional que ha propuesto el Presidente de la República; Francisco Javier Chavolla Ramos ha enviado una circular a todas las iglesias de Toluca para que se le dé a conocer a la población la postura de la iglesia y el respeto que siempre ha tenido hacia sus semejantes y su opinión sobre la citada reforma.
El obispo de Toluca, se dirigió a los hombres y mujeres de buena voluntad, a los fieles cristianos laicos, los miembros de la Vida Consagrada y presbíteros de esta amada Iglesia particular de Toluca, así mismo también se dirigió a la comunidad LGBT y dijo: «Se sienten ofendidos por mí, y si en realidad los ofendí, les ofrezco mis disculpas, pero no puedo ni debo renunciar a proclamar la verdad, no con la intención de ofender, sino para iluminar».
En otra parte del documento precisa que el 17 de mayo de 2016 el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en el marco de la celebración del Día Nacional contra la Homofobia, envió al Congreso una iniciativa de reforma al Artículo 4º Constitucional, para incorporar el criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que reconoce como un derecho humano, el que las personas puedan contraer matrimonio sin discriminación alguna.
Ante esta situación, dijo, acudieron a mí algunos fieles cristianos laicos para manifestar su preocupación y expresarme su deseo de hacer algo ante lo sucedido. Los invité a manifestar frente a la sociedad la verdad, desde la fe y la naturaleza de las cosas, sobre el hombre, el matrimonio, la familia y la vida. «Mostré mi respeto a todos: al presidente, al gobernador, a las cámaras de diputados y senadores y a los homosexuales, y me declaré en contra de todo aquello que pudiera dañar a la familia».
Aclaré que no pretendía imponer nada a nadie, pero me manifesté en defensa de la naturaleza misma de la familia, reconociendo que está constituida a partir de la unión de un hombre con una mujer y que de esta unión, por naturaleza, se genera la vida humana».
«Expresé a los homosexuales mi amor y respeto, aunque no esté de acuerdo con su forma de vivir. Como consecuencia de estos hechos recientes, he sido denunciado por activistas de la comunidad lésbico-gay ante el CONAPRED (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación), acusándome de incitar a la población para que se establezcan diferencias entre el matrimonio heterosexual y homosexual.
Me acusan de manipular a las personas, a través de rezos, cantos e imágenes religiosas y congregarlas para que se manifiesten por las calles de la ciudad de Toluca, con el objetivo de impedir que la legislatura conforme el Código Civil local, en armonía con lo establecido por la Suprema Corte de la Nación, en la tesis jurisprudencial 43/2015. Por lo que les exhorto también, señaló Chavolla Ramos, a que se unan a mi oración para pedir por todas estas personas».
«No las juzguen, no las rechacen, no las critiquen. Son personas que han sufrido mucho: han sido rechazados por su familia, incomprendidos, ofendidos, humillados. La Iglesia no debe rechazarlos. El Evangelio nos pide anunciarles el reino de Dios, acercándonos a todos sin miedo a contaminarnos, sobre todo a los pobres, a los enfermos, a los pecadores, comprometiéndonos con ellos y haciéndoles saber que acercándose a Jesús, como la hemorroisa, y tocando su persona, todos podemos ser sanados (cfr. Mc 5, 25-34). Estas personas se sienten excluidas de la sociedad, por éso, oren por ellas. Si nos ofenden, perdónenlas». «Le pido a toda la comunidad católica que despierte y venza la apatía, la negligencia, para poder vivir el dinamismo del Evangelio, generando una comunidad fraterna. Somos mensajeros de paz, constructores y generadores de la hospitalidad (cfr. Mt 10, 7-15). Construyamos una comunidad solidaria que venza el individualismo, la indiferencia, el materialismo egoísta que sólo busca la seguridad personal sin pensar en el otro.
Incluyamos a todos: a los homosexuales y lesbianas, pero defendamos la verdad sobre el hombre y la mujer, y sobre la familia; protejamos a los niños que están en estado de completa vulnerabilidad. Despertemos de nuestro letargo, venzamos nuestra apatía, negligencia y mediocridad».
