REDACCIÓN, 3 Marzo .- Colombia tendrá que restablecer las fumigaciones aéreas con glifosato para destruir los cultivos de hoja de coca, la materia prima de la cocaína, dijo el lunes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un encuentro con su par Iván Duque en el que también hablaron de comercio y de Venezuela.
El país sudamericano es considerado el primer productor de la cocaína que se consume en Estados Unidos y para 2020 se fijó como meta erradicar 130.000 hectáreas de hoja de coca utilizando diferentes herramientas, incluida la posibilidad de reanudar las controvertidas aspersiones con el químico glifosato desde aviones.
“Va a tener que hacer aspersión aérea, si no fumiga, no se deshará de ellos (los cultivos ilícitos) por lo que debe fumigar”, aseguró Trump en una declaración al término de un encuentro con Duque en la Casa Blanca.
Colombia enfrenta una permanente presión de Estados Unidos, principal destino de sus envíos de cocaína, para reducir el área cultivada después de que las plantaciones se dispararon a más de 209.000 hectáreas al cierre de 2017, con una capacidad potencial para producir 921 toneladas métricas anuales, según Washington.
“Necesitamos combinar todos los elementos a nuestra disposición, no solamente la aspersión”, dijo por su parte Duque refiriéndose a la erradicación manual que en 2019 permitió arrancar alrededor de 100.000 hectáreas de cocales.
Colombia suspendió en 2015 la fumigación aérea con glifosato acogiendo una recomendación de la Organización Mundial de Salud, que considera el herbicida como potencialmente cancerígeno y nocivo para la salud y el medio ambiente.
El Gobierno de Duque busca cumplir varios requisitos ambientales y de salud exigidos por la Corte Constitucional para reanudar este año la aspersión.
En el narcotráfico en Colombia están implicados grupos guerrilleros izquierdistas como el Ejército de Liberación Nacional, las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se apartaron de un acuerdo de paz, bandas criminales y carteles locales, según fuentes de seguridad.
Colombia se convirtió en el principal destino de unos 1,7 millones de venezolanos que han huido de la crisis política, económica y social en su país.