Redacción
En el Reino Unido, la enfermera británica Lucy Letby ha sido condenada a cadena perpetua por matar a siete bebés. El juez Goss del Tribunal de la Corona de Manchester dictó la sentencia, mencionando que sus crímenes tuvieron un impacto inmenso. Letby fue declarada culpable de asesinato y de intento de asesinato de otros seis bebés.
Lucy Letby, de 33 años, pasará el resto de su vida en prisión después de recibir la sentencia en el Tribunal de la Corona de Manchester. Fue declarada culpable por un jurado, convirtiéndose en la asesina en serie de niños más prolífica de los últimos tiempos.
La negativa de Letby a presentarse tanto para el veredicto como para su sentencia ha generado indignación. El primer ministro Rishi Sunak calificó su acción de «cobarde». El gobierno está considerando cambios legales para asegurar que quienes cometen delitos graves enfrenten a las familias de las víctimas.
Las acciones de Letby hacia los bebés bajo su cuidado incluyeron la administración de aire en la sangre y el estómago, sobrealimentación con leche, agresión física y envenenamiento con insulina. Las acusaciones provocaron una investigación gubernamental, cuestionando cómo pudo evadir la detección durante tanto tiempo.
Las notas escritas a mano por Letby, incluyendo una que decía «Soy malvada, yo hice esto», se revelaron como pruebas en el caso. El tribunal escuchó testimonios desgarradores de los padres de las víctimas. La investigación independiente emitida por el gobierno investigará los asesinatos y cómo se manejaron las inquietudes por parte de los reguladores y el Servicio Nacional de Salud.
Los médicos notaron un aumento en las muertes y colapsos inesperados de bebés bajo el cuidado de Letby en la unidad neonatal. A pesar de las preocupaciones iniciales planteadas por los médicos, la gerencia del hospital no abordó adecuadamente la situación.
Los abogados de las familias de las víctimas han expresado insatisfacción con la investigación, ya que no tiene la capacidad de citar testigos. La historia de Letby incluye ganar una queja de agravio contra sus empleadores en 2016, después de enterarse de las acusaciones iniciales.