REDACCIÓN
El nuevo sistema de deportaciones exprés de Estados Unidos entra en vigor este martes con el fin de acelerar las expulsiones de miles de indocumentados que no puedan demostrar a las autoridades de migración que han vivido en el país durante dos años consecutivos.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informó el lunes que la nueva medida, que se publica este martes en el boletín oficial y entra en vigor, permitirá las deportaciones exprés sin que los inmigrantes tengan derecho de comparecer ante un juez de inmigración, según la cadena de televisión Telemundo.
El gobierno del presidente Donald Trump había anunciado que a partir de este martes aquellos indocumentados detenidos en todo el país deben demostrar que han estado viviendo en Estados Unidos dos años consecutivos, sino pierden el derecho de acudir a un juicio legal.
“Ahora un oficial de inmigración va a poder decir lo deportamos ahora mismo sin la posibilidad de ir ante un juez y pelear el caso en un tribunal de inmigración”, dijo Trump.
Con esta nueva medida, dirigida a las personas que no han pedido asilo, el gobierno estadunidense espera reducir la acumulación de casos en los tribunales de inmigración y a la vez incrementar el número de deportaciones.
El nuevo sistema de deportaciones excluye personas con peticiones de asilo político y otros trámites pendientes, así como los que ingresaron legalmente al país y se quedaron con una visa vencida.
Hasta ahora, la deportación rápida se aplicaba sólo a los inmigrantes detenidos a menos de 160 kilómetros de la frontera y que llevaban dos semanas o menos en Estados Unidos.
En su cuenta de Twitter, la organización no gubernamental Unión de Libertades Civiles, que ha presentado demandas para bloquear varias de las políticas migratorias de Trump, adelantó que planea denunciar la nueva medida de deportaciones exprés ante los tribunales.
A mediados de junio pasado, Trump anunció que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas del país (ICE, por sus siglas en inglés) iniciaría un proceso de «expulsión de millones de inmigrantes ilegales» y el 14 de julio Estados Unidos comenzó a realizar redadas masivas.