Redacción
Soldados amotinados tomaron el control en Gabón, poniendo al presidente bajo arresto domiciliario poco después de que se anunciara su victoria en las elecciones. Estas elecciones extienden los 55 años de gobierno de la familia del presidente en el país centroafricano rico en petróleo.
En un video grabado desde su residencia, el presidente Ali Bongo Ondimba pidió apoyo a la gente, pero en lugar de eso, una multitud salió a la calle para celebrar el intento de golpe de Estado contra la dinastía acusada de enriquecerse a expensas del país.
El levantamiento se desencadenó tras el anuncio de la reelección de Bongo en unas elecciones marcadas por el temor a la violencia. Minutos después del anuncio, se escucharon disparos en la capital, Libreville, y un grupo de soldados uniformados apareció en la televisora estatal anunciando que habían tomado el poder.
La multitud celebró en las calles la toma de poder por parte de los soldados. La compañía minera francesa Eramet suspendió sus operaciones en Gabón debido a la situación, mientras que el principal puerto del país también suspendió todas las operaciones.
El intento de golpe en Gabón se suma a una serie de alzamientos en la región que desafían a gobiernos con vínculos con Francia. La reacción internacional no se hizo esperar, con llamados a la seguridad del presidente y condenas al golpe.
El país estaba gobernado por la familia Bongo durante más de 55 años. Ali Bongo buscaba su tercer mandato en estas elecciones, enfrentándose a una coalición de oposición liderada por Albert Ondo Ossa. Las elecciones en Gabón han sido históricamente violentas y polémicas.
El golpe de Estado en Gabón se suma a la creciente inestabilidad en la región y al malestar hacia la antigua potencia colonial, Francia. El futuro de Gabón es incierto mientras el país enfrenta esta crisis política.