Redacción
Una sacudida de magnitud 5.2 alteró la rutina del sur de California durante la mañana de este lunes. El epicentro se ubicó en el condado de San Diego, cerca del pueblo de Julian, una comunidad conocida por su actividad turística y su producción local de pasteles. El movimiento telúrico alcanzó zonas tan distantes como Los Ángeles.
La tierra comenzó a moverse sin previo aviso, provocando reacciones de sorpresa en los residentes. Algunos objetos cayeron al suelo y se registraron vibraciones en ventanas y estructuras, pero las autoridades no reportaron daños estructurales ni personas afectadas. Los cuerpos de emergencia permanecieron en alerta, aunque no recibieron solicitudes de asistencia.
Comerciantes y trabajadores en Julian notaron los efectos del temblor, con tazas y marcos desplazándose por el impacto. Algunos espacios educativos activaron protocolos de evacuación preventiva, y varios estudiantes salieron de sus edificios como medida de seguridad. En zonas cercanas, se escucharon helicópteros sobrevolando en labores de monitoreo.
Los habitantes describieron la sacudida como intensa pero breve. Negocios locales como cafeterías y sitios turísticos abrieron con normalidad tras verificar sus instalaciones. En una antigua mina abierta al público, el movimiento se sintió con fuerza, aunque sin consecuencias visibles. La actividad en el lugar continuó bajo supervisión.
Las autoridades estatales comenzaron labores de evaluación en coordinación con equipos locales. La oficina del gobernador emitió un comunicado para confirmar que se mantiene la vigilancia sobre posibles réplicas o afectaciones menores, mientras la población retoma su rutina con precaución y atención a nuevas actualizaciones.
