Redacción
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ha pasado a manos de la Secretaría de Marina, con el vicealmirante en retiro Carlos Velázquez Tiscareño como director general. A lo largo de su primer año de gestión, Velázquez ha abordado diversos problemas en la terminal aérea de 769 hectáreas, enfrentando desde la seguridad y deudas millonarias hasta la saturación de pasajeros. El AICM proyecta cerrar el año con un récord de 52 millones de viajeros.
En su llegada, Velázquez encontró problemas de seguridad, robos, demoras en vuelos, deudas de aerolíneas y locatarios, además de desafíos como la delincuencia y el tráfico de estupefacientes. Se implementaron medidas para controlar salidas y llegadas, y se redujeron las deudas de locales y aerolíneas, recuperando aproximadamente el 85% al 90% del adeudo en locales.
La seguridad ha sido una prioridad, con 1.500 marinos y 600 policías auxiliares vigilando el aeropuerto, así como inspecciones rigurosas para frenar el tráfico de drogas. Sin embargo, la principal preocupación es la saturación del AICM, que opera al límite desde hace años. A pesar de medidas como la reducción de slots, el incremento de aviones más grandes ha empeorado la situación. Se busca bajar la presión en unos 10 millones de pasajeros anuales para evitar riesgos.
Las aerolíneas también han sido parte del problema al no cooperar para aliviar la saturación. Medidas como el cierre de posiciones de Aeroméxico en la Terminal 1 y su mudanza a la Terminal 2 han sido tomadas para aliviar la situación. Aunque se espera que la recuperación de la categoría 1 de seguridad aérea y la apertura de nuevas rutas a EE. UU. representen desafíos, la saturación limita la capacidad de otorgar más slots.
El aeropuerto de Toluca también pasará a manos de la Secretaría de Marina, pero para aviación privada, lo que impactará las operaciones de aerolíneas como Viva Aerobus y Volaris. Mientras tanto, el Grupo Aeroportuario Casiopea, bajo la Semar, gestionará ocho aeropuertos.
La prioridad de Velázquez para el resto del año es mantener el rumbo. A pesar de los desafíos, se han implementado medidas exitosas y se ha abordado una serie de problemas que afectaban al AICM desde hace tiempo.